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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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LOS DOS PROYECTOS DEMANDARON A LA ALCALDÍA Y LA GOBERNACIÓN MÁS DE BS 14 MILLONES. ACTUALMENTE ESTÁN ABANDONADOS POR DEFICIENCIAS EN SUS ESTRUCTURAS

IDIF y Hospital del Niño siguen paralizados pese a ser necesarios

IDIF y Hospital del Niño siguen paralizados pese a ser necesarios



El Hospital del Niño y el Instituto de Investigación Forense (IDIF) son dos “elefantes blancos”, cuyas obras están paralizadas por cerca de cuatro años tras identificarse irregularidades estructurales y financieras.

Ambos proyectos, que en sus primeras fases demandaron de la Alcaldía de Cochabamba y de la Gobernación más de Bs 14 millones, fueron observados por serias deficiencias en su ejecución.

La estructura del Hospital de Niño se encuentra abandonada y a la espera de una auditoría especial. El resultado del proceso también dará luz verde para tomar decisiones sobre el futuro de la infraestructura.

El esqueleto del Hospital del Niño -emplazado en una superficie de 3.484 metros cuadrados- se ha convertido en un basurero donde la maleza crecida se ha apoderado de toda el área, además, el personal del centro médico asegura que se ha convertido en un nido de roedores.

En el caso del IDIF -ubicado en la zona de Coña Coña- la situación ahora es diferente. Después de mucho tiempo, la Gobernación ha encontrado una solución para ofrecer hasta fin de año, una infraestructura adecuada para las investigaciones forenses y la atención de las víctimas.

En 2012, la Gobernación inició un estudio, mismo que concluyó a finales de la pasada gestión. El resultado fue la necesidad de encarar tareas de “refuncionalización del edificio” y aligerar su estructura.

Dar solución al problema demandará una inversión adicional de Bs 14.030.917. Este monto también contempla la construcción de dos edificaciones más, al este y al oeste de la monumental infraestructura.

El edificio de cuatro plantas con más de 30 ambientes fue construido en una superficie aproximada de 15 mil metros cuadrados.

HOSPITAL El secretario general de la Alcaldía, Javier Rodríguez, dijo que el municipio inició en diciembre de 2012, un proceso de auditoría especial para determinar las deficiencias estructurales del Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel y, además, establecer las responsabilidades económicas, civiles y penales.

La auditoría además ofrecerá recomendaciones sobre el futuro del proyecto, las mismas que deben ser ejecutadas por la Gobernación debido a que desde enero su administración pasó a esta institución pública.

La auditoría especial sigue en curso y se prevé su conclusión hasta el mes de junio.

La obra inició en junio de 2007 y su primera fase demandó cerca de Bs 7 millones. El 2009 se adjudicó la segunda fase (obra fina), pero el contrato con la empresa constructora fue detenido porque se identificaron fallas heredadas de la primera fase. Desde entonces el proyecto ha sido paralizado.

En el caso del IDIF la Gobernación llevó adelante una auditoría especial y, según el abogado de la dirección jurídica de la Gobernación, Fernando Pérez, ya se cuentan con resultados parciales y los complementarios se conocerán en dos semanas.

Por esta obra, la Gobernación encara procesos penales en contra de seis personas que participaron en la construcción, supervisión y fiscalización del proyecto. Pérez asegura que ya se cuenta con la imputación formal en contra de los acusados.

De concluirse las modificaciones en el IDIF y continuar las obras de construcción del Hospital del Niño, se espera la mejora de las investigaciones judiciales y la atención del servicio de salud para niños y adolescentes.

Médicos denuncian colapso y demandan urgente solución 

TATIANA CASTRO

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“Carecemos de espacios vitales para funcionar y atender a los menores en un lugar adecuado”, protesta la directora del Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel, Rosalía Sejas. Los reclamos de los médicos son constantes, asegura la profesional.

El centro cuenta con 97 camas pero el número es insuficiente, porque los pacientes llegan desde diferentes lugares del país. Por ahora, no tienen más alternativa que ampliar los espacios, porque ya ocupan la mitad del Hospital Maternológico Germán Urquidi.

La elevada demanda de los pacientes se incrementa con la presencia de niños y niñas que padecen de cáncer.

“Urge que nuestro hospital ofrezca una atención integral a los menores de quince años, y se cuente con las condiciones necesarias. Además, se resuelva la situación de hacinamiento que se presenta actualmente en el centro médico”, afirma.

Agrega que “no sabemos nada de nada" sobre la obra inconclusa hace cuatro años. Indica que tras el proceso de transferencia del Complejo Hospitalario Viedma de la Alcaldía Municipal de Cochabamba a la Gobernación, los médicos no fueron informados acerca de la situación de la infraestructura.

Desde la perspectiva de Sejas, se trata de un “elefante blanco” del que nadie asume la responsabilidad y aún no se precisa el futuro del proyecto.

Sejas asegura que la obra no cuenta con los servicios elementales. “Lo han construido como un edificio normal y corriente y no como hospital” lamenta.

El proyecto inicial contemplaba: ambientes administrativos, seis consultorios externos, farmacia, dormitorios para médicos del turno, de emergencia, vestuarios, áreas de cubículos de emergencia y quirófanos. También espacios para: laboratorio de radiografías y rayos X; ecografía, microbiología clínica, laboratorio y esterilización, cocineta, área quirúrgica, entre otros.

La tercera planta estaba destinada al comedor, cocina, consultorio dental, área de quirófano para infecciosos, esterilización de médicos, vestuarios, área de cunas y lavandería.

En la cuarta planta estaban previstos: los consultorios para quemados, consultorio psicológico, área de recuperación, quirófano, área de piscina para hidromasajes, vestuarios y archivos. En el quinto piso: el área de biomedicina, oficinas de seguridad, área de depósitos, baños, vestuarios y el helipuerto.

Gobernación prevé concluir obra del IDIF hasta noviembre

El funcionamiento del Instituto de Investigación Forense (IDIF) podría mejorar el trabajo y la investigación de los forenses, fiscales, psicólogos y policías, además de brindar mejor atención a las víctimas, quienes ya no tendrían que trasladarse de un extremo a otro de la ciudad para tramitar sus procesos. Sin embargo, debido a irregularidades en su ejecución, la obra todavía no puede ser utilizada y los forenses actualmente deben usar otros ambientes reducidos y con limitaciones.

Debido a que el IDIF no está habilitado, los médicos forenses deben utilizar ambientes situados al lado norte de la propiedad. En esa limitada edificación no logran cubrir la demanda de la población.

Si la infraestructura funcionara, los médicos forenses, fiscales e investigadores contarían con laboratorios propios y ya no dependerían del IDIF de la ciudad de La Paz.

La obra se inició el 2006 y concluyó el 2010. Sin embargo tras la terminación de las obras se observaron fallas de resistencia, de diseño y de índole financiera.

El IDIF, en su diseño inicial, contemplaba un ambiente subterráneo planificado para los exámenes forenses de balística, autopsias y otros. Pero por las fallas que presenta, cada temporada de lluvia se inunda y termina como “una gran piscina”.

El edificio contemplaba: oficinas con baño, morgue, consultorios, ambientes para criminalística, ascensor, baños para las víctimas y sus familiares, vestuarios, sala de reuniones y otros.

Según el diseño, la sala o laboratorio de autopsia podría ser observada por estudiantes, fiscales, jueces, policías y familiares porque el techo cuenta con un vidrio especial. Este sistema es común en países más avanzados en materia de criminalística.

El secretario departamental de Infraestructura de la Gobernación de Cochabamba, Gustavo Luis Delgado, informa que la refuncionalización del edificio ha establecido el traslado de los ambientes con cargas muy fuertes a los nuevos edificios que se emplazan en el lugar a ambos lados (este y oeste) de la infraestructura.

Por las fallas que presenta el edificio, se prevé que a futuro sólo funcionen las oficinas de administración, las salas de reuniones y los consultorios.

En el lugar, los trabajos se apuran porque cuentan con 330 días para la entrega de los ambientes. La fecha de su conclusión es el 25 de noviembre de este año.

Los trabajadores han destrozado gran cantidad de los muros ampliando los ambientes. También han abierto ventanas en los consultorios para su iluminación y ventilación.

Buena parte del revoque interno ha sido retirado porque se encontraba en malas condiciones a causa de la humedad y de las filtraciones de agua a través de las terrazas mal impermeabilizadas, explica el supervisor del proyecto Greby Gonzáles.

La cobertura de las terrazas también ha sido retirada por la falta de una capa impermeabilizadora y su exceso de espesor.

Asimismo, los plafones falsos han sido retirados de todos los techos ya que se utilizará otro material, además de pintura especial por el uso de químicos en los laboratorios.