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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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LA MAYORÍA DE LOS DETENIDOS EN EL CENTRO CUMPLE SENTENCIA POR EL DELITO DE VIOLACIÓN Y 16 DE 29 JÓVENES PROVIENEN DE LAS ÁREAS RURALES

Centro de infractores trata de rehabilitar a adolescentes

Centro de infractores trata de rehabilitar a adolescentes



Alejados del grupo y bajo un tinglado donde corre el viento, Javier de 16 años está sentado junto a su madre; ambos comparten el momento de visita que les es permitido en el Centro de Infractores. Desde septiembre de este año fue trasladado a este centro para su rehabilitación, es acusado de participar en un hecho de violación.

“Él es mi hijo mayor y para mí es un golpe muy grande. Uno ve esas cosas en las noticias y siempre piensa ‘esto no me va a pasar a mi’”, relata la madre. “Cuando salga quiero ayudarle a mi mamá trabajando en electricidad o metal mecánica”, es el proyecto que Javier comparte a su progenitora.

Durante tres años estuvo al cuidado de su abuela, ya que su madre viajó al exterior. Al igual que Javier, 28 adolescentes más viven en el Centro cumpliendo alguna sentencia, 16 de ellos son del área rural, y también están detenidos por el delito de violación.

Las historias se repiten. El abandono y la desestructuración familiar, ya sea por el alcoholismo o la pobreza, son el detonante de su inestabilidad.

“El proceso de cambio tanto físico como psicológico los está llamando a la puerta. Aparte de lidiar con sus conflictos emocionales ellos lidian también con los conflictos familiares”, explica la psicóloga del Centro, Ana Cossío.

Ante esta situación el adolescente busca un apoyo entre sus pares; la mayoría de ellos encontró este apoyo en las pandillas.

En el caso particular de los jóvenes de comunidades rurales, la falta de información y orientación sobre la sexualidad fue uno de los principales factores para incurrir en el delito de violación.

“Tal vez en la antigüedad estas actitudes eran normales en su entorno pero actualmente no debe ser así”, reflexiona Cossío explicando las condiciones de hacinamiento en la que viven sus familias.

La llegada de adolescentes del área rural no pasa desapercibida en el Centro; rápidamente su dificultad para hablar el castellano, el desconocimiento de la música actual o el uso de artefactos eléctrónicos son actitudes que los pone en evidencia.

Algunos de sus compañeros pueden utilizar estas limitaciones para burlarse, pero su interés y habilidad por aprender y conocer todo, rápidamente los integra como jóvenes destacados.

Estos días, todos están afanados en preparar lo mejor de sus creaciones para una jornada de talentos que se realizará el próximo viernes 21 de diciembre. “Voy a presentar una maqueta de instalación eléctrica para un estadio”, cuenta Javier. Las áreas de metal mecánica y artesanías son de su preferencia, conocimientos que fueron adquiridos durante su permanencia en el Centro.