Los internos de todos los penales del departamento se encuentran en emergencia y radicalizan sus medidas de presión. Movilizaciones, bloqueos de vías y huelga de hambre son las expresiones de reclamos de los reclusos y sus familiares en demanda del pago de sus prediarios, de mejores condiciones de vida al interior de los penales y celeridad en los procesos judiciales.

El medio millar de reos del penal de máxima seguridad de El Abra ayer protagonizó una jornada de protesta. Desde las terrazas de los pabellones los gritos, petardos y silbidos fueron las manifestación de ira de los detenidos.

Los letreros de las demandas fueron escritos con la sangre de los reclusos y un grupo de diez se enterró en el patio principal del penal.

Ellos piden como sus compañeros de San Antonio, San Sebastián Varones y Mujeres, el pago adeudado del prediario de dos meses. A sus demandas se suman la mejora de las condiciones del gabinete médico del penal y además la implementación de cursos de formación superior en ramas técnicas.

Los reclusos de El Abra explican que su situación es difícil porque ellos se organizan en una olla común con los recursos que reciben del Gobierno. Los detenidos anunciaron que si hoy no reciben sus prediarios intensificarían sus protestas con la costura de labios.

En su cuarta jornada de protesta los familiares del penal de San Antonio bloquearon la avenida Ayacucho. Las internas del penal San Sebastián Mujeres y los del San Pablo de Quillacollo continúan en huelga de hambre.

El responsable departamental de régimen penitenciario, Dennis Mejía, explicó que su repartición a nivel nacional realizó todas las gestiones necesarias para que el Ministerio de Economía y Finanzas desembolse los recursos pero hasta ayer no recibieron respuesta.