Nos alegra que nuestros artículos a pesar de que son criticados, a la larga nos dan la razón. Lamentablemente las informaciones sobre las empresas de aeronavegación son desalentadoras por el cierre de las mismas que originan despidos de trabajadores, ahora que en el mundo se necesitan más fuentes de trabajo.

Hace más de un año por este mismo medio dijimos que la empresa Gol vendió acciones de bolsa mayores a su capital y esto solo demostraba que algo andaba mal. Según nuestros críticos era una empresa sólida y con utilidades elevadas y que estaba en permanente cambio de aeronaves.

Hace unos días la ministra de la Presidencia de ese país, Gissi Hoffman, manifestó que las empresas Gol en particular y la TAM estaban ya en luz amarilla de alerta por sus pérdidas millonarias en esta primera mitad del año, que llegan a la suma 790 millones de dólares, es decir, casi 4 millones de dólares por día y que esto preocupaba al Gobierno, ya que sus empleados podrían correr la misma suerte y quedarse sin fuentes de trabajo como los de Vasp y Varig (donde solo quedaron un 5 por ciento de sus trabajadores en función), pero, para las autoridades les era importante que existan empresas aéreas privadas de transporte por lo extenso de su territorio y la cercanía del campeonato mundial de fútbol. También consideran las autoridades que la crisis de estas empresas tengan impacto en los precios de los pasajes y afecte a la economía del país, ya que como dijimos en varios artículos, las aerolíneas promueven el turismo que genera millones de dólares, pero lo que es más importante, da un movimiento comercial a varios sectores y más aún está la preocupación de que estas empresas dejarán de volar a varios destinos del exterior. Cuando fuimos invitados a varias reuniones de Alta (Asociación Latina de Líneas Aéreas) siempre nos preocupaba el que Gol no tenía oficinas oficiales y sus ventas en su mayoría eran por internet, donde una vez comprado el pasaje, no había dónde efectuar algún reclamo sobre el atraso o mal servicio.

Durante estas reuniones siempre tratamos de consultar a su presidente (hoy creo que separado del cargo) Constantino de Oliveira y el siempre se alejaba del lugar para no responder. La otra empresa que nos llama la atención, ya que si bien sabemos que no tenía utilidades, pero jamás pensamos que estaba con elevadas pérdidas es TAM que ahora se fusionó con Lan Chile para formar Lan Tam, seguramente para salir de estas pérdidas. Ya dijimos en varios artículos, que la aeronáutica dejó de ser negocio rentable hace años, y solo podrán subsistir las empresas que se fusionen, sino su camino es la quiebra.