Unos 18,5 millones de dólares se requiere para la materialización de la segunda fase del Parque Industrial Santiváñez que tendrá una superficie de 195 hectáreas y albergará a unas 300 industrias de todos los rubros.

Este proyecto se vuelve urgente, según se explicó desde la gerencia del Parque, debido a la gran demanda de espacios que existe por parte de las industrias de nuestro medio.

También porque el proyecto en sí contempla estas dos partes, de las que una primera ya está dispuesta y lista para su ocupación desde hace varios años. Y la otra ya cuenta con un proyecto a diseño final.

Carlos Maida, gerente del Parque, explica que para habilitar la segunda fase se requiere de una inversión aproximada de 18 millones de dólares, para ofrecer excelentes condiciones a los industriales.

Con este objetivo representantes de la cooperación holandesa realizaron una inspección en la zona industrial el pasado martes y sostuvieron una reunión informativa.

Los holandeses aseguraron que existe un gran interés por parte de Programas de Corporación de Holanda (DECP por sus siglas en inglés) para ayudar a Cochabamba en este emprendimiento.

Explicaron que sin embargo en un primer paso la ayuda consistirá en el envío de recursos humanos expertos en la gestión de zonas industriales y otras áreas.

Añadieron que después del asesoramiento de los expertos, se puede gestionar los recursos económicos necesarios, bajo las recomendaciones y el contacto que impulsarán los mismos visitantes especializados. “Tenemos el conocimiento y estamos seguros de que podemos trabajar juntos. Actualmente trabajamos en 50 proyectos en todo Bolivia y nos gustaría mucho poder trabajar con el Parque Industrial”, reconoció Hedwig Kowsoleea representante del DECP en nuestro país, aunque explicó que queda aún un buen camino por recorrer.

PROYECTO DE IMPACTO SOCIAL Una de las características del proyecto es el impacto social pues según lo planificado, de las 195 hectáreas, unas 80 se destinarán a la implementación de áreas verdes, campos deportivos, guarderías infantiles y comedores para facilitar el trabajo de los obreros, que tengan en el parque su lugar de empleo.

“En unos dos años queremos comenzar a funcionar. En este momento todavía parece un sueño, pero estamos comenzando a darle forma para absorber a todas las industrias de Cochabamba”, finalizó Maida.