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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 19:01

CLÁSICO DEL FÚTBOL ESPAÑOL EL MEJOR JUEGO COLECTIVO DE LOS AZULGRANA SE IMPONE CUANDO LOS BLANCOS HABÍAN NIVELADO EL ENCUENTRO Y SE DISPONÍAN A IR A POR EL PARTIDO

El Barça fue muy superior

El Barça fue muy superior



Un Barcelona muy superior dejó que el Real Madrid saliera vivo del Camp Nou (3-2) cuando ya estaba fundido. Una clarísima ocasión malograda por Messi y un error garrafal de Valdés en la recta final dejan el título de la Supercopa abierto para la vuelta.

Desde su habitual dictadura del balón, al Barcelona le bastó robar con celeridad y combinar casi andando para merodear con asiduidad la meta de Casillas, aunque la falta de chispa en los metros finales hiciera estéril ese dominio.

Tal como estaba el partido, la ocasión visitante solo podía llegar de una jugada de estrategia. Fue el lanzamiento de un córner, a los diez minutos de la reanudación. Özil vio a Cristiano en el primer palo y el luso cabeceó a gol. El Madrid, en su primer ocasión del partido acababa de adelantarse en la eliminatoria.

Sin embargo, la alegría blanca duró solo un minuto, el tiempo que tardo Pedro en controlar un pase en profundidad de Mascherano y, en posición dudosa, cruzar el balón al fondo de las mallas sobre la salida de Casillas.

Ambos tantos fueron como un golpe de aire fresco que rescató al partido en una noche de tremendo bochorno. Mourinho empezó a mover sus piezas y quitó a Benzema y Callejón por Higuaín y Di María, lo que contribuyó más aun a la imprevisibilidad del último acto.

Pero el Barça, le daría definitivamente la vuelta al partido en doce minutos. Primero, Messi puso el 2-1 al transformar un claro penalti de Ramos sobre Iniesta. Y el propio Iniesta, en estado de gracia le regalaría el tercero a Xavi después de una gran jugada personal.

Con el Madrid ofreciendo sus últimos arreones y los azulgranas gustándose con un rondo, Messi tuvo una ocasión clarísima para sentenciar el título: un disparo a bocajarro que se encontró con un paradón de Casillas.

En la jugada siguiente, Valdés controló mal una cesión de Adriano y Di María aprovechó el regalo para lograr el 3-2. Quizá demasiado premio para los blancos, a tenor de lo que ofrecieron uno y otro equipo.