El director del hospital Viedma y el director de una carrera de la UMSS exigen el  registro de los choferes del transporte público con las TIC para evitar nuevas víctimas

La Policía sospecha que el joven Rodrigo Eid Peredo (23) fue víctima de una banda de “pildoritos y pildoritas” que delinque en la avenida Ballivián (El Prado) y sus alrededores. En unos casos, sus integrantes mujeres van a locales para acercarse a los parroquianos que gastan mucho para seducirlos, sedarlos y robarles sus pertenencias. En otros, los varones fungen como taxistas para atracar a los pasajeros. 

El vocero de la fuerza anticrimen Juan Carlos Corrales dijo que se barajan varias hipótesis y que le siguen el rastro a esta banda, pero también esperan que Rodrigo Eid salga del coma para contar lo ocurrido e identificar a su agresor.

¿Cuántas víctimas más necesitan las autoridades de Cochabamba para identificar y registrar a los choferes del transporte público y así evitar tanta inseguridad?, preguntó ayer el director de Carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Gunnar Zapata.

El estudiante de Comunicación Social y gestor cultural en la Gobernación. Rodrigo Eid Peredo, su primo y un amigo abordaron un taxi frente a la plaza Colón la madrugada del 29 de julio. El “amable” taxista les invitó un trago en el que puso algún sedante y los dopó a los tres para robarles y abandonarlos en distintos lugares de la ciudad.

Sin embargo, según el director del hospital Viedma Gastón Osorio, la dosis no fue suficiente para Rodrigo Eid. “Este paciente es fornido y creemos que no se durmió del todo, que ofreció resistencia al atraco y por eso lo golpearon y apuñalaron”.

El director médico dijo que al Viedma llega un gran número de intoxicados (pildoreados) y que el problema preocupa porque “si estas personas han bebido y encima son sedadas, incluso podrían perder la vida, por eso recomendamos que no reciban ninguna bebida de un desconocido o si se levantan a bailar en una discoteca, no dejen sus bebidas en las mesas”.

Como autoridad del hospital que recibe a pacientes víctimas de abusos sexuales, de dopaje y apuñalamientos, exigió que las Tarjetas de Identificación de Choferes (TIC) se pongan en práctica de una vez.

“Si este sistema de identificación estaría en marcha, quizás estos jóvenes hoy podrían dar el nombre del chofer que les intoxicó o este delincuentes no podría ser chofer”.

Ayer fue abierta la cuenta mixta solidaria número 4-027-993-721 en el Banco Mercantil Santa Cruz para ayudar en los gastos médicos de Rodrigo. El joven trabaja desde los 14 años para mantenerse, pero no tiene recursos para enfrentar las cirugías.