Terminó Japón enviando al limbo sus dos últimas ocasiones, solos frente a De Gea, con Javi Martínez, primero mediocentro, luego central, finalmente delantero centro buscando balones aéreos ´a lo Alexanco´. Una imagen extraña en una selección a la que se le atragantó, vaya que sí, el debut en el torneo olímpico de fútbol 12 años después. España perdió con Japón (0-1) y sufrirá más en lo anímico que en los números, pues el empate entre Marruecos y Honduras le deja todavía mucho margen de maniobra. [Narración]

Desde el inicio se encontró España con un muro. Nada que no se intuyese, pues a estas alturas de la película, sea la España ´mayor´ o las pequeñas, extraño es el rival dispuesto a discutir de tú a tú con la selección. Milla apostó de inicio por Rodrigo, el futbolista del Benfica, en el lugar de Tello, al que también había probado, ambos en lugar del lesionado Muniain. Más allá de los nombres, el equipo no se encontró nunca sobre el verde de Hampden Park. Salvo un disparo cruzado de Rodrigo en el minuto cuatro y otro de Mata 20 minutos después, no hubo noticias de la selección en el último tercio del campo. Ni con el empate ni por detrás en el marcador.

Japón, como ya había advertido el seleccionador, fue a la presión a la manera de los lobos. Bien coordinados, provocaron media docena de errores en la salida del balón de España y por ahí comenzaron los nervios. Rapidísimos Higashi, Nagai y Kiyotake, un chico del Numerberg alemán con muy buena pinta, salían como flechas a la que veían un metro. La mayoría de las veces sin mucho sentido ni coordinación, pero suficiente para ir poniendo el partido cada vez más feo.

Entre eso y el silencio de un público neutral, habitual en el fútbol olímpico, la tarde se iba desparramando, perezosa, hasta queMontoya perdió de vista a Otsu en el segundo palo a la salida de un córner. Ahí comenzó el verdadero calvario para España, por detrás en el marcador y desnortada, tanto que un error entreDomínguez y De Gea a punto estuvo de costar el segundo, terminando el drama con la expulsión -más bien justa- de Iñigo Martínez por un agarrón cuando era el último.

España se perdía sin la conexión entre Mata e Isco, sin las apariciones de Adrián, oculto toda la tarde entre las dos líneas de presión japonesas. Al inicio del segundo tiempo, De Gea sacó una mano portentosa a disparo de Higashi. Milla metió a Ander Herrera sacando a Adrián del campo para tratar de ir haciéndose con la posesión y con el terreno poco a poco, pero nunca llegó a lograrlo. Sí logró asentarse, más todavía, Japón, que siguió soltando rayos en forma de contragolpes y que no sentencó el debut muchísimo antes de milagro, por no hablar de una goleada, que estuvo muy cerca. Los camibos de Milla -tras el de Ander por Adrián entró Oriol por Isco- no dieron al grupo nada que no tuviera, lo dejaron igual de plano que estaba, y la aparición de Tello, a falta de 10 minutos, pareció tardía visto el resultado.

Fuente: elmuno.es