Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 23:46

LA POLICÍA RECOMIENDA A LOS PADRES EVITAR, EN LO POSIBLE, ENVIAR SOLOS A SUS HIJOS A LUGARES ALEJADOS, EN TANTO SE HALLE A LOS DELINCUENTES QUE PONEN EN SITUACIÓN DE RIESGO A LOS NIÑOS Y NIÑAS

Raptan a un niño por cinco horas y lo abandonan en el puente de la Recoleta

Raptan a un niño por cinco horas y lo abandonan en el puente de la Recoleta

La foto del niño fue difundida públicamente el martes en la FELCC, como extraviado.



Foto OPINION 



A las cuatro y media de la tarde del martes 24 de julio, la madre de Roberto (nombre cambiado) le pidió que fuera a la tienda a comprar dos bolsas de sal yodada a la tienda, que está enfrente de los bloques militares, de la avenida Ramón Rivero, donde habita la familia.

El niño de 11 años, vestido con un short azul, una polera amarilla y unos tenis negros cruzó la vía, compró la sal y cuando se preparaba para pasar de nuevo la avenida, fue abordado por un hombre que le preguntó por una calle. Roberto le contestó que no sabía y el hombre hizo un ademán para abrazarlo y le puso un pañuelo en la nariz y la boca. “No hables, no grites”, le dijo al oído y lo metió a un vehículo negro que esperaba cerca, donde habían otros dos hombres.

El niño se durmió mientras el carro estaba en marcha y daba unas vueltas. Al parecer el pañuelo estaba embebido de un éter (olor a alcohol dice el niño) para mantenerlo inconsciente. Roberto volvió en sí y estaba dentro de un taller de mecánica. Recuerda que uno de los hombres tenía el tono de voz parecido al de una mujer, pero era varón. Le dijeron que se quede calladito y nuevamente le pusieron el pañuelo a la nariz.

Despertó a las nueve y media de la noche del mismo martes, sentado en las graditas del puente de La Recoleta, todavía atontado. Caminó hacia su casa como un sonámbulo y su familia lo llevó de inmediato a un médico.

“Gracias a Dios, gracias al cielo que no le hicieron nada de lo que uno puede imaginar en su peor pesadilla, tiene golpes en las rodillas y las piernas, como si lo hubieran pateado pero nada más, no sabemos para qué se lo llevaron, pero sólo puedo dar gracias a Dios porque me devolvieron a mi hijo y está bien, asustado, pero bien”, dijo su madre ayer, lamentando también que ya no exista seguridad para enviar a un niño a la tienda. “Uno piensa de todo, quizás querían sus órganos y no fue compatible, quizás se confundieron, no sé, pero por favor padres tengan cuidado con sus hijos”, recomendó.

Roberto fue llevado a un psicólogo y al médico forense ayer para que lo valoren.

El vocero de la fuerza anticrimen, capitán Juan Carlos Corrales, dijo que en los últimos días se han recibido denuncias de niños interceptados por delincuentes cuando van a la tienda, por lo que recomendó, “en lo posible evitar mandarlos solos a lugares alejados”, mientras investigan y atrapan a los responsables.