Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 09:52

Bolívar camina y empata con Aurora

Bolívar camina y empata con Aurora
Dicen que en el fútbol juegan once contra once. Es mentira. El fútbol cada día es más desigual, cada año que pasa –en todo el mundo- los poderosos son más grandes y los chicos, más débiles. Manda don dinero, poderoso caballero. Y en Bolivia no somos la excepción. El presupuesto de Aurora bajó de 80.000 dólares al mes a unos 30.000 dólares. Dicen, pues seguimos viviendo en un fútbol oscuro, antidemocrático, con jugadores cobrando sueldos fuera de nuestra realidad social y económica; un deporte tedioso inflacionado hasta el sonrojo.  Ante los 30.000 dólares mesuales de Aurora, Bolívar presume de más de dos millones de dólares al año, con un técnico traído de la liga española cobrando cerca de 40.000 dólares. Dicen.

Aurora ha sido desmantelado, se ha ido más de medio equipo y “Baldi” hace lo que puede con lo que poco tiene. El “equipo del pueblo” no tiene jugadores diferentes, su técnico no confía en el único armador que posee (Pachi, sustituido al minuto 31) y arriba no tiene gol (ni Olmedo, ni Castellón ni menos Vargas garantizan eficacia ofensiva). Bolívar tiene el mejor plantel del país, pero las sombras no se disipan en dos puestos claves: el arquero (Lampe luce cada día más nervioso e incapaz de jugar con los pies, algo esencial en el fútbol de hoy) y el nueve (Cantero no es el centro delantero letal que necesita un equipo que quiere ser campeón).

Con todo lo dicho, Bolívar empató caminando, jugó con uno menos buena parte del partido, fue exigido sólo al final y se permitió el lujo de no extrañar a cuatro futbolistas titulares indiscutibles: Vargas, Albarracín, Flores y Rudy. En Aurora, la preocupación es superlativa, pues su estreno en Copa Sudamericana está a la vuelta de la esquina.  La entrada de jugadores jóvenes como Rodríguez, Abel Méndez, Medina o el propio “Baldi” Jr es la única esperanza aurorista. Junto a la levantada de los veteranos; Robles fue vital para empatar el partido contra un Bolívar apático, cansado y cansino en la recta final. El miércoles, la vuelta, en La Paz. Si Bolívar gana, está en la final.