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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Ajustes a la restricción de parqueo de vehículos

Ajustes a la restricción de parqueo de vehículos

Comercios.

Para que el uso de los espacios restringidos sea de mayor beneficio común, se debe establecer otros horarios para el parqueo de vehículos comerciales.

La aplicación de la ordenanza que regula el parqueo en las principales calles y avenidas del centro de la ciudad ha resultado una medida positiva, que aunque en principio causó una serie de rechazos y voces que se oponían, finalmente se impuso con las acciones de concienciación de parte del gobierno municipal a la par de medidas coercitivas.

Sin embargo, como todo plan que requiere la participación ciudadana y en este caso de los conductores de vehículos públicos y privados, existe siempre el riesgo de que se vayan degradando en su ejecución y en los objetivos propuestos. Y esto es precisamente lo que ha acontecido durante las recientes semanas, debido a diferentes factores, unas veces porque circunstancias externas como las manifestaciones y protestas callejeras impidieron que la vigilancia municipal se desarrolle de manera continúa y otras porque las acciones de los encargados ediles no estuvieron a la par de los requerimientos de los conductores que parqueaban sus vehículos en los lugares de parqueo tarifado, pero no encontraban al personal que les cobre el importe y les entregue el boleto correspondiente. Pese a todo el plan funciona.

Otra medida en la misma línea de reordenar el tráfico vehicular fue la restricción por número de placas y días para el ingreso de vehículos del sector público y particular. En este aspecto las dificultades para el cumplimiento son mayores y emergen de la escasa vigilancia policial para su cumplimiento y de la falta de información a los conductores.

De cualquier modo el congestionamiento vehicular se ha reducido por lo menos en un 15 por ciento y las vías del centro de la ciudad están más despejadas. Pero uno de los factores negativos tiene relación con el parqueo de vehículos de transporte de mercaderías en calles del centro de la ciudad y que abastecen de productos a los comercios privados e incluso a los mercados públicos, que parquean en horas en las que rige la prohibición, no sólo ocasionando problemas al flujo de los vehículos sino situaciones de riesgo para los peatones.

En el reajuste del plan se debería tomar en cuenta esta situación y determinar lo más antes posible, normas complementarias, disponiendo que los camiones de tonelaje mediano, camionetas y furgonetas del comercio provean su mercadería antes y después de los horarios de prohibición, es decir, antes de la ocho de la mañana y después de las seis de la tarde, como ocurre en otras ciudades que han logrado perfeccionar estos planes de beneficio para la gente.

En el propósito de mejorar el cumplimiento de la ordenanza también es urgente prohibir ciertos privilegios para vehículos municipales que aprovechan casi de manera “monopólica” con el colocado de conos en los espacios del estacionamiento tarifado.

La restricción vehicular alcanza su efecto de beneficio colectivo cuando en la misma todos son afectados en beneficio del colectivo social y de los intereses ciudadanos y de la ciudad. El éxito de estas medidas radica en que nadie tiene trato especial.

Por de pronto para que el uso de los espacios restringidos sea más positivo se debería prohibir el parqueo de vehículos comerciales al centro en las calles donde rige la prohibición, algo así como sucede actualmente con camiones de alto tonelaje en determinadas avenidas de la ciudad o ciertos perímetros urbanos.