Los marchistas que se oponen a la construcción de la carretera por el corazón del TIPNIS han llegado a la tranca de Urujara, en la sede de gobierno, y desde allí anunciaron que se van a quedar en ese punto hasta el día miércoles a la espera de que el gobierno envíe una comisión para el diálogo.

“No queremos convulsionar a la ciudad de La Paz, no somos golpistas, nos vamos a quedar acá hasta el miércoles”, ha declarado Adolfo Chávez, dirigente de la CIDOB y uno de los líderes de la novena marcha de los indígenas de las tierras bajas.

La determinación de suspender su ingreso hasta el centro de la ciudad tiene que ver con el conflicto irresuelto de la policía. El fin de semana, el gobierno aseguró que existía un plan llamado Motín Tipnis para desestabilizar al gobierno de Morales.

Los marchistas cumplieron este lunes el tramo más difícil de la caminata en defensa de la reserva natural y se han ubicado en las orillas del río que es parte de la represa de agua más importante que tiene La Paz.

Originarios de las tierras bajas, los marchistas sienten el rigor del frío paceño, más aún en esa zona, la más alta de la ciudad de La Paz. Se ha podido ver que el intenso frío está haciendo llorar a los niños que buscan cobijarse en las delgadas carpas que los marchistas trajeron desde oriente.

“Si el gobierno no presenta una propuesta de diálogo hasta el miércoles, vamos a tener que entrar hasta el centro de la ciudad”, dijo el dirigente Adolfo Chávez.

Los marchistas han llegado a las 17.30 a la tranca de Urujara y en este momento están cenando.