Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 12:33

MAURICIO SORIA, JULIO BALDIVIESO Y EDUARDO VILLEGAS PASARON DEL PODIO DE LOS MEJORES A LA FILA DEL DESEMPLEO POR FACTORES EXTRAFUTBOLÍSTICOS

Los 3 mejores técnicos de Bolivia se quedan sin trabajo

Los 3 mejores técnicos de Bolivia se quedan sin trabajo



Tres entrenadores cochabambinos, tres técnicos exitosos y los tres, con antecedentes de títulos de Liga recientes están hoy sin un equipo al cual dirigir, pues coincidentemente pasaron de estar vinculados a algunos de los clubes más importantes del país, a las filas de desempleo, paradójicamente por factores que estrictamente no tienen que ver con lo futbolístico, pero que sí están vinculados con este deporte en nuestro país.

Con un un presente inmediato centrado en sus asuntos personales o familiares, pero lejos del fútbol, los tres técnicos que a principios de esta misma temporada estaban considerados como los tres mejores técnicos de nuestro fútbol por la prensa especializada, ahora deben esperar hasta el próximo mes de julio para encontrar un club que puedan dirigir, porque justamente esos elementos que rodean el fútbol, por ahora les impide un vínculo profesional serio con un equipo nacional.

Se trata de Mauricio Soria, Julio Baldivieso y Eduardo Villegas que se desvincularon hace poco del The Strongest, Real Potosí y Universitario respectivamente por diversas razones, pero las fundamentales no tienen relación con los resultados, sino con factores como intereses empresariales, la falta de apoyo de la dirigencia y hasta una especie de falta de respaldo de sus futbolistas.

Por lo menos así lo entienden ellos, cada uno en su caso particular con sus propias dificultades; pero siempre con la constante de haber mostrado un sistema de trabajo exigente con sus jugadores; cerrado a la injerencia en la toma de decisiones por parte de la dirigencia; y según ellos mismos señalaron, absolutamente alejado del negocio de pases o el trato con empresarios.

Quizás justamente sea esto último lo que aleja a estos tres técnicos de un vínculo inmediato con clubes del país, porque aún cuando es casi imposible demostrarlo, es también un secreto a voces que el peso de los “negocios” en torno al fútbol es demasiado grande y evidente como para tolerar a elementos que están fuera de su esquema. Y en consecuencia los eliminan.

En nuestro medio el fenómeno empresarial se ha multiplicado en los últimos años gracias a la mediatización de las figuras que hacen al fútbol y es fácil que los clubes confundan con ayuda, el negocio ajeno.

OPINIONES

ÓSCAR GALDO

OVACIÓN

Es un tema muy delicado, habría que ver quiénes son aquellos que presionan para mover a técnicos y a jugadores en los clubes para evitar que esto prosiga. Si existen dirigentes y empresarios que negocian es muy difícil de señalar porque no existen pruebas, pero se conocen rumores y testimonios que lo dicen.

RENÁN LÓPEZ

PERFORMANCE

Son muchos factores los que influyen para la inestabilidad de los técnicos. En Bolivia la importancia del técnico no es grande. El dirigente cree que es el salvador, pero tiene sus tareas y tampoco puede ser el verdugo. Si el técnico tiene temperamento no va a ser manejado por los dirigentes. Hay entrenadores temperamentales.

EDUARDO ARÉVALO

CODEBOL

No creo que el dirigente se convierta en empresario porque está sujeto a los resultados como el técnico. Los empresarios pueden tener grados de influencia en determinados dirigentes, pero no es la regla general. A veces los convencen y caen en trampas, pero yo creo siempre en la buena fe de los dirigentes.

FERNANDO ROMANO

DEPORTE ESTELAR

A los técnicos no se les respeta proyectos a largo plazo; se los califica por resultados inmediatos. Los empresarios influyen y ejercen presión directa o indirecta sobre los técnicos para favorecer a sus jugadores. Y pueden determinar el futuro de un técnico, los empresarios hacen amarres ilícitos que nadie investiga.

MAURICIO

SORIA

El extécnico de The Strongest fue muy claro al insistir, en señalar que no son los resultados futbolísticos de su equipo, ni su relación con sus jugadores que lo

alejan de ese equipo. Explicó durante una entrevista con el periodista Alfonso “Toto” Arévalo que se va porque “existen intereses de empresarios y de algunos dirigentes” para dejarlo fuera de la institución, y que como él está fuera de estos intereses es lógico que lo vean como una piedra en el zapato.

JULIO CÉSAR

BALDIVIESO

Es complicado, no veía una entrega total de los jugadores y me vi perjudicado por los arbitrajes. Nunca tuve presiones de dirigentes porque no voy a permitir que me impongan nada. Agradezco a Potosí.

Es posible que a veces quieran utilizar a los técnicos para intereses, pero no me topé con dirigentes así. Sé que hay cosas oscuras. Siempre voy a luchar por mis

ideales para el bien del fútbol sin desviarme de mi forma de pensar.

EDUARDO

VILLEGAS

Cuando vas a un club y no permites negocio de representantes o dirigentes con jugadores no te van a querer. Hay dos tipos de dirigentes:

apasionados que dan su tiempo y su dinero; y los que trabajan y ganan del fútbol. Nunca he permitido que se lo haga donde dirigí, ha habido insinuaciones.

Dejé Universitario no por malos resultados, sino por falta de apoyo de la directiva. Varios clubes me quisieron por dos meses, quiero un proyecto a largo plazo.

¿Existen presiones de empresarios?

Nada mejor que tener un archivo de vídeo, fotográfico o de recortes de periódicos en el que un jugador aparezca como la figura de un partido o en una alineación titular, para conseguir un empleo en algún club de nuestro país o fuera de él.

Estas carpetas son el “currículum vitae” de un futbolista o hasta un técnico cuando busca trabajo. Al igual que cualquier otro trabajador que busca un empleo.

Sin embargo este “currículum”, como en el caso de cualquier otro trabajador puede estar falseado o forzado por factores como las presiones, o por el vínculo con algunos medios de comunicación y hasta periodistas. Y como todo elemento de interés que genera dinero, también está proclive a generar corrupción.

Lo peor es que nadie lo dice abiertamente y el que lo dice, señala que es imposible de demostrar, aunque es evidente. Pero existen historias que se cuentan en los pasillos que son la punta del iceberg, en el negocio de los “pases y pesos” como alguien bautizó a las transferencias y contratos de jugadores y técnicos.

Un exfutbolista, figura en la década de los setenta que pidió no ser identificado confesó: “yo le pagué a un periodista que se fue a La Paz para que me contrate el Tigre”. Un exdirector técnico de nuestro medio contó, pidiendo no revelar su identidad que “era imposible armar mi equipo porque los dirigentes querían a sus futbolistas, que no eran los mejores. Y postergamos a grandes figuras locales”.

Existen decenas de historias similares que señalan presiones sobre los técnicos y vínculos entre empresarios y dirigentes. Los tres técnicos de los que ahora hablamos no permitieron presiones ¿será por eso que ahora están sin empleo?

Las puertas vuelven a abrirse en junio

Después del fin de un ciclo de adecuación de nuestros sistemas de campeonatos en el fútbol profesional de primera y segunda división con una copia de sistemas obsoletos del fútbol argentino, donde pronto serán modificados justamente por su fracaso, en Bolivia el torneo que concluye ha roto récords de cambios de técnicos en los clubes de la Liga.

Tan solo cuatro, de los 12 técnicos que arrancaron el torneo que concluye quedan en sus puestos. Y algunos clubes han cambiado técnico más de una vez.

A medio año se abre nuevamente la posibilidad de transferencias y de contrataciones de futbolistas y directores técnicos.

¿Bastarán los logros, los antecedentes, la forma de trabajo o los resultados? ¿O serán más importantes las relaciones con la prensa, o el echar mano de un buen representante para encontrar un mejor contrato?

De momento los mismos medios caemos en la retórica y repetimos de memoria frases hechas, vacías y recurrentes como: “los técnicos son hijos de los resultados”; “cuando se gana, ganan los jugadores y cuando se pierde, pierde el técnico”; o “ningún técnico aguanta cinco partidos sin victoria”.

¿No será que algunos periodistas sin quererlo nos estamos convirtiendo en cómplices de los justificativos que pretenden llevar a la arena futbolera determinaciones que no tienen nada que ver con lo futbolístico, y que sí guardan estrecha relación con el “negocio” en el fútbol?

¿Será que algunos periodistas lo hacen deliberadamente y están vinculados con dirigentes o con empresarios; o que algunos periodistas se han convertido en verdaderos empresarios con el plus del manejo de los medios? Sabremos algunas respuestas cuando se abra el libro de pases.