El concejal del municipio San Andrés de Machaca por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Enrrique Plata, informó que las riadas afectaron a 2 mil comunarios de tres ayllus de esa región que se encuentra en la provincia Ingavi del departamento de La Paz, así como a los cultivos de papa, cebada y quinua, ya que ese sector está rodeado por los ríos Llinqui, Thujsa Jawira, Phusuma y Mauri.

Plata denunció que ni la gobernación departamental, ni la nacional, prestan ayuda a los pobladores de esa jurisdicción, pese a que se hizo la solicitud de ayuda. De igual forma acusó a los asambleístas que son representantes de ese sector: Samuel Plata Plata y Javier Limachi de no viabilizar la ayuda que necesitan.

“Estamos hablando de 2 mil a 2.500 pobladores afectados por las riadas, así como sus cultivos, unidades educativas, centros de salud (…) hemos acudido a la gobernación pero lamentablemente cuando venimos desde las provincias no somos tomados en cuenta”, señaló la autoridad en entrevista con Erbol.

Asimismo, reportó de la desaparición de cuatro comunarios que se presume fallecieron cuando llevaron a sus ganados camélidos a tomar agua al río y fueron arrastrados por la fuerza del agua, pero aclaró que este hecho aún no fue confirmado.

Pobladores huyen a los cerros

El concejal Enrrique Plata contó que los pobladores de San Andrés de Machaca optaron por huir a los cerros junto a sus ganados, pero que a la fecha sienten la escacez de los alimentos, como del forraje para los animales.

Por su parte Severo Quispe, Jacha Mallku del municipio de San Andrés de Machaca, recordó que este problema se repite hace varios años pero que en esta gestión la situación empeoró.

Mientras que Antonio Sarsuri, Jiliri Mallku de la comunidad Ticumuruta, lamentó la ausencia de las autoridades para socorrerlos como hicieron con los habitantes de la ciudad de Cobija del departamento de Pando, tras el desborde del río Acre.

Añadió que San Andrés de Machaca vive en la total pobreza y que las demandas de energía eléctrica como agua potables no fueron atendidas. Además por estar en la frontera con Perú, los pobladores de esa región deben salir por ese país hacia el Desaguadero, porque las vías no son buenas para llegar a la ciudad de La Paz.

“No somos escuchados y vivimos totalmente abandonados. Nuestros caminos no son buenos (…) a nosotros no nos ayudan como a otras regiones. Nuestros sembradíos de quinua, cebada y papa están bajo el agua y las viviendas se han caído”, puntualizó.