Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA, presentó sus excusas a Brasil por sus críticas duras sobre los retrasos en los preparativos para el Mundial 2014, que desencadenaron una ola de indignación en el país sudamericano.

El ministerio de Deportes brasileño anunció la llegada de la carta del dirigente francés al ministro Aldo Rebelo, que fundamentalmente expresa lo siguiente: "Desearía presentar mis excusas a usted y a todas las personas que se sintieron ofendidas por mis palabras".

Tres días antes, Valcke había dicho que se Brasil necesitaba recibir "una patada en el trasero" para que acelerara las obras de infraestructuras que debe acometer a dos años de la celebración de la Copa del Mundo.

La reacción del Gobierno brasileño fue contundente. Censuró las palabras del secretario general de la FIFA y las tachó de "impropias, ofensivas e inaceptables". Rebelo manifestó la intención gubernamental de vetar a Valcke como interlocutro.

El enfado brasileño no pareció afectar a Valcke, que se mantuvo firme unas cuantas horas más. Declaró que la reacción gubernamental era "infantil" y expresó su determinación de estar en Brasil en breves fechas para inspeccionar las obras.

Sin embargo, este mismo lunes, la posición de Valcke empezó a peligrar. El Gobierno redactó y envió su escrito a la FIFA en el que rechazaba la interlocución con el secretario general. De inmediato llegaron respuestas por parte del organismo futbolístico que intentaban culpar del conflicto a una mala traducción. Pero finalmente, ante la agudización de la crisis, Valcke ha decidido dar un paso atrás y disculparse oficialmente.