Un nuevo hecho de presunta irregularidad o malversación, en la ejecución de obras con dinero del programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, derivó esta vez en la retención de dos arquitectas en la población Guanay, La Paz, donde una de ellas sigue, por cuarto día consecutivo, privada de libertad en calidad de rehén de un grupo de enardecidos padres de familia, que reclama la conclusión de una escuela.

Se conoce que los padres de familia adoptaron esta extrema medida cansados de que sus hijos de la escuela “Carlos Crespo” sigan pasando clases a la intemperie, mientras la empresa ESOL, que se adjudicó la obra, apenas ejecutó un 20 por ciento de la unidad educativa.

Por ello, las arquitectas Sigly  Gonzales, representante legal de la empresa, y  Elizabeth Carrión, miembro de una consultora, fueron tomadas de rehén y retenidas en un alojamiento de Guanay desde el pasado viernes. La segunda mujer fue liberada el fin de semana y ahora ya se encuentra en La Paz, pidiendo ayuda.

En tanto, la arquitecta Gonzales sigue como herén de los padres de familia y al medio día de este lunes fue trasladada del lugar donde estaba hospedada hasta la dirección del colegio, donde en principio sólo la dieron agua y una colcha, reportó la radio Larecaja de la Red Erbol.

La retenida clama ayuda y responsabiliza a su hermano

Gonzales logró comunicarse vía teléfono móvil con la Red Erbol, expresó su complicada situación en medio de lágrimas y denunció que el responsable de todas estas irregularidades es su hermano, quien incluso le habría ofrecido huir de Guanay con falsas promesas para posteriormente darse a la fuga.  

“La población me tenía en el hotel, pero hoy me sacaron a un colegio, estoy en la dirección encerrada, esperando que tomen alguna determinación, estoy con fuertes dolores en los riñores y preocupada por mis dos hijos, soy madre y padre para ellos”, dijo.

Confirmó ser sólo la representante legal de empresa ejecutora y que su hermano (quien sería el responsable) le pidió “el favor” de trabajar con él en la mencionada obra.

“Por eso precisamente, la población aquí casi no me conocía, porque mi hermano vino a hacer el trato, a exponer la obra; él manejó el dinero y la obra en general. El jueves en la noche llegué a Guanay para dar la cara como la representante legal, pero más que con la población, con la Embajada (de Venezuela, que es el país que financiaba recursos para Evo cumple)”, explicó.

Lamentó estar como rehén por cuarto día, lejos de sus hijos y sin poder llegar a un acuerdo con la población enardecida, al igual que con los representantes del programa “Evo Cumple”.

“La gente está enardecida, yo me había dado cuenta del retraso en la ejecución cuando mi hermano ya me pidió que convoque a una reunión con representantes de la población para tratar de justificar el retraso, para ello se tenía que coordinar con la Alcaldía y con el supervisor de obras”, sostuvo.

Apuntó que en ese marco llegó a Guanay pensando que se iba llegar a algún acuerdo de reinicio de obra o alguna otra medida de solución.

“Aunque mi hermano se meta bajo tierra, yo tengo que responder por haber aceptado ser la representante legal. Mi hermano ayer me llamó, pero solo para darme su brillante idea para que me fugue de aquí haciendo promesas (ante la población), tal como él seguramente lo hizo (varias) veces, (mi hermano dijo) que quiere que me fugue hasta Tarija y después (supuestamente) nos íbamos a fugar todos”, reveló.

Añadió que en esta jornada, su hermano, de quien no dio el nombre, nuevamente se comunicó a través del teléfono móvil, sin embargo, sólo para anunciar medidas y acusaciones en contra de ella.  

 “Me acaba de llamar otra vez y me dijo que iba hablar donde sea señalando que yo le he estafado, le he robado, que yo tengo la culpa y que sé dónde está el dinero”, relató.

Aseguró que nunca robó nada a su hermano y que jamás imaginó que se iba ver envuelta en este problema por culpa de alguien de su propia sangre.

 “Tengo que pasar por esta vergüenza, por esta humillación, poniendo incluso en bajo mi nombre por mi hermano, mucha gente me conoce y sabe que nunca fui ladrona, ni estafadora, ni hice daño a nadie, nunca robé, si fuera así, tendría mi auto, que investiguen (las autoridades) mi bienes”, indicó entre lágrimas.

Los pobladores indignados solo piden conclusión de obra

Los padres de familia de esta unidad y la población en general sólo piden las garantías necesarias de parte de la empresa para que se concluya esta obra.

Así, la junta escolar determinó que una comisión se constituya en la ciudad de La Paz, después de que no encontraron ninguna respuesta clara de las autoridades locales, departamentales o nacionales, pese a las medidas que adoptaron.