Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Un plan de desarrollo apetitoso

Un plan de desarrollo apetitoso
Claus Meyer es un chef del restaurante Noma de Copenhague, en Dinamarca, que ostenta el título de Mejor restaurante del Mundo de este año, según la más prestigiosa clasificación internacional, San Pellegrino.

Este gastrónomo está en La Paz esgrimiendo un proyecto de desarrollo basado en la cocina. No se trata de simplemente abrir un restaurante, sino de la utilización de los ingredientes bolivianos de calidad, producidos con respeto a la naturaleza para lograr alimentos sanos. Ya en una anterior visita a Bolivia, Meyer explicó su intención de formar cocineras y cocineros bolivianos, con objetivos diversos: la profesionalización de gastrónomos locales, la elaboración de comida sana y económica destinada a todos sin distinción social y crear una revolución gastronómica. Todo con la formación de un “agente” local que lidere este proyecto. Ya lo ha hecho con éxito en otros países.

El chef danés no es uno de esos visitantes esporádicos que ensalza casi automáticamente y por cortesía la cocina nacional. Meyer ha hecho una crítica honesta al decir que en Bolivia no ha encontrado un plato que lo haya “seducido”, y su plan es la búsqueda de uno como parte de su proyecto del complejo gastronómico.

Todas las regiones bolivianas, en mayor o menor grado, se precian de tener la mejor comida del país; y Cochabamba está declarada la capital gastronómica de Bolivia. Sin embargo, fue necesaria la llegada de este profesional para hacernos caer en cuenta que uno de los orgullos nacionalistas no había sido tan verdadero como creíamos.

Y no es que Meyer mida la calidad o el gusto del menú boliviano con parámetros daneses, sino que, como buen profesional, ha recorrido los mercados de diversas ciudades tocando, oliendo, mirando los productos (que éstos sí lo han fascinado) para luego adentrarse en la oferta de los restaurantes locales.

La decisión de instalar el complejo de cocina nació de dos vertientes, según la información disponible. Una, social, referida a la formación de chefs y la elaboración de comida económica; y la otra, gastronómica, mediante el ejercicio del arte de cocinar, para lograr un plato emblemático con los frutos de esta tierra pródiga. Esperamos (en la mesa) que tenga éxito.