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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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ENTRE 2000-2007 LAS INVERSIONES TANTO EN EXPLORACIÓN COMO EN EXPLOTACIÓN PRESENTARON UNA TENDENCIA A BAJAR

Las bajas inversiones amenazan la seguridad energética

Las bajas inversiones amenazan la seguridad energética

Una década de bajas inversiones en el sector hidrocarburos, en especial en exploración, han generado problemas de seguridad energética en el país, revela  un informe oficial divulgado por el Ministerio de Hidrocarburos respecto a estadísticas sobre regalías y participaciones hidrocarburíferas en el periodo 2000-2010.

Señala que en el periodo 2000-2007 las inversiones tanto en exploración como en explotación presentaron una tendencia considerada a la baja, pasando de un nivel de 442 millones de dólares a 194 millones de dólares, es decir, una variación negativa de 56 por ciento.

“La actividad más afectada fue la exploración, la cual tuvo una disminución de alrededor de 84 por ciento, en comparación a la explotación, que tuvo un descenso de 18 por ciento. Estos bajos niveles de inversión han estancado el desarrollo del sector, generando futuros problemas de seguridad energética en el país”, dice el informe oficial.

Los años 2005 y 2007 fueron los más bajos en exploración, cuando se alcanzó menos de 46 millones de dólares. También se redujo la inversión en explotación, pero en niveles superiores, por ejemplo el 2005 fue de 154 millones, el año 2006 de 127 millones y luego se produjo una recuperación importante.

El informe del Ministerio de Hidrocarburos señala que esta coyuntura se tradujo en niveles de producción que originaron la renegociación del contrato de explotación a la Argentina, en relación a las cantidades contractuales comprometidas y así poder dar el Gobierno un margen de relanzar las actividades de exploración y explotación a partir del 2007.

Señala que a partir del año 2007, cambia el contexto ya que las inversiones tanto en exploración como en explotación presentan un repunte importante, pero los efectos positivos, tomando en cuenta el periodo de duración de las actividades hasta la producción regular y sostenida de un campo, serían visibles a mediano plazo.

“A partir de esta gestión y en adelante se observa que las inversiones en exploración están muy por debajo de las inversiones de explotación, resultando en una diferencia en promedio de 3 a 1. Por tanto, si bien existe un aumento en el nivel de inversiones totales, su composición no es alentadora para el desarrollo de las reservas”, señala el documento oficial.

Se indica que el comportamiento de las inversiones en la última década muestra niveles bajos como para impulsar el desarrollo de toda la cadena de hidrocarburos, concentrándose los esfuerzos privados en la extracción de la producción más que en el incremento de las reservas.

En ese sentido se señala que las reservas probadas de gas natural tuvieron un incremento considerable de 46 por ciento, pasando de un nivel de 18,31 trillones de Pies Cúbicos (TCF) a 26,74 TCF, análisis basado en la Certificación de reservas al 2005.

Un comportamiento menor ocurrió con las reservas de petróleo, las cuales tuvieron una aumento aproximado de 17 por ciento, pasando de 397 millones de barriles (MMbbl) a 446 durante el periodo 2000-2005.

“En ese periodo los niveles de reservas conforme la certificación oficial al 2005 generaron grandes expectativas sobre la producción esperada de los campos y la atención de la demanda interna y los compromisos de exportación. A partir de esa gestión no se efectuaron estudios sobre la cuantificación y posterior certificación de reservas hasta la gestión 2010 donde se dan a conocer las reservas oficiales del 2009”.

Ese estudio efectuado por la empresa Ryder Scott muestra niveles de reservas, tanto en gas natural como petróleo y condensado, significativamente más bajos que los reflejados en anteriores certificaciones, se recuerda.

El efecto fiscal de esa situación bajo la Ley de Hidrocarburos No. 3058, es que la relación entre las inversiones y las reservas es teóricamente positiva, “sin embargo, la relación de recaudaciones por regalías, participaciones e IDH versus inversiones es inversa”.

De los resultados encontrados se puede observar, dice el estudio, que la elasticidad entre inversiones y recaudaciones es igual a -0-09. “Esto significa que a medida que las recaudaciones se incrementan en 10 por ciento, los niveles de inversión disminuyen en 0,9 por ciento”.

Agrega que la elasticidad de las inversiones versus las reservas es igual a 0,06, “es decir que a medida que las inversiones se incrementan en 10 por ciento, el nivel de reservas aumenta en 0,6 por ciento”.

“Estos coeficientes demuestran de forma práctica la premisa teórica de que un sistema fiscal elevado, los niveles de inversiones disminuyen y con ello los niveles de reservas”, señala el estudio del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.