Los vecinos de la quinta presidencial de Olivos -la residencia de la mandataria en las afueras de Buenos Aires- no duermen tranquilos desde hace días. El animal anda suelto en busca de alimento

El puma, que según medios locales se habría escapado de la casa de uno de los residentes de la zona, recorre el barrio desde hace un mes y no deja vivos ni a gatos ni a palomas. Además, bebe de las piscinas, sube a los tejados, trepa a los árboles y atemoriza a los vecinos, que lo describen como un ejemplar adulto de entre 80 y 100 kilos de peso. Algunos de ellos aseguran haberlo visto a unas cuadras de la quinta presidencial.

"No podemos disfrutar de nuestro jardín, no podemos hacer un asado: no sabemos de quién es el puma ni cómo llegó hasta acá, aquí hay un pulmón de manzana con muchos árboles y el animal los tomó como hábitat", se lamentó, en declaraciones a medios locales, Alejandra Rey, una de las personas que dicen haberlo visto.

La alarma social ha provocado la intervención de la Policía, que en la noche del miércoles desplegó un operativo, sin éxito, para capturar al puma.

Por si los esfuerzos de la fuerza policial no funcionan, la Secretaría de Seguridad municipal ha colocado siete trampas para atraparlo y revisa con atención las cámaras de vigilancia del barrio para seguir los pasos del felino.