Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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El Mutún

El gran yacimiento de hierro más grande de América situado en Santa Cruz ha sido en el pasado inmediato motivo de estudios geológicos y mineros para evaluar el potencial del yacimiento propiamente dicho y se ha determinado con absoluta seguridad que es el más grande y mejor situado en la América Latina. Sin embargo de ello, no ha sido inspiración en el pasado sino de comentarios de autoridades de turno y sobre todo de la prensa especializada, sin embargo, ha sido siempre fuente de materia prima para el desarrollo de la acería establecida en la República del Paraguay que hasta la fecha se abastece de este material para fabricar acero utilizable especialmente para los requerimientos industriales de esa nación. También en ciertas circunstancias de hace ya tiempo pasado la Corporación Minera de Bolivi ha exportado mineral de hierro al Brasil y alguna vez, mediante barcazas a países de ultramar con resultados mediocres en cuanto a su volumen y negocios.

El contrato firmado con la Empresa India Jindal Steel & Power Limited el 2 de diciembre de 2005 constituía la base jurídica y técnica para que el proyecto logre, según un calendario, que nunca fue conocido por la opinión pública de acuerdo a lo siguiente:

Jindal invertiría un monto de “2.500.00 millones de dólares americanos.

Debería producir inicialmente: Concentrados finos, gruesos y pelets de hierro. Reducción de concentrados a hierro esponja y briquetas y la creación de una industria siderúrgica. Se usaría gas para la reducción.

La producción sería: 1.500 millones de toneladas de hierro esponja y 1.4 millones de acero laminado. No se habla de la fabulosa cantidad de manganeso que contiene el yacimiento, pero lo extraño de la situación de la explotación del Mutún es que hasta la fecha únicamente se ha logrado producir concentrados que por una vez se exportó a ultramar en cantidades apreciables. Ahora bien, luego de tantos años de haber transcurrido la firma del contrato el avance de la creación de una verdadera acería es cero, pues solamente se ha concretado a la acumulación de materia prima seleccionada y no se ha producido ni un kilo de acero en su más baja calidad. Al respecto la compañía india Jindal alega que el atraso en cumplir el calendario de construcción se debe a que el Gobierno del Estado Plurinacional Boliviano ha incumplido los compromisos de: dotar al proyecto de un área de territorio establecido en el acuerdo. Que ha incumplido en la construcción de acuerdo a especificaciones del camino al proyecto. Que ha incumplido en la dotación de gas mediante un gasoducto comprometido en el contrato. Al respecto debemos comentar que los incumplimientos gubernamentales hasta la fecha no han sido subsanados y especialmente en el gasoducto y la provisión de gas, que es materia principalísima para la reducción del mineral.

Sobre el aspecto que nos preocupa debemos manifestar que el mercado internacional del acero y hierro, es como nunca en la historia de este elemento, fabuloso en cuanto a su volumen necesario para cubrir la demanda internacional de Asia, especialmente de China y India, con un precio internacional excelente; o sea que cualquier país que posea en escala mediana o grande fuentes de acero podrá exportar con absoluta seguridad grandes cantidades de este elemento obteniendo buenas ganancias que por las necesidades actuales de los países asiáticos en desarrollo acelerado hay que aprovechar al máximo. En Bolivia no existe una acería ni siquiera para abastecer a la demanda nacional y todo el acero que lo necesita lo importa de Brasil y acaso de la Argentina, pues ningún país que se precie de tal para su progreso deja de necesitar acero para su verdadero progreso y salir del subdesarrollo. El progreso del mundo propiciado por los países desarrollados ha sido hecho en base del uso del acero, por lo cual podemos aseverar que mientras una nación no disponga de acerías suficientes para su consumo interno, no saldrá del subdesarrollo.