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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Bolivia pide a la UE que apoye su tradición de masticado de hoja de coca

Bolivia pide a la UE que apoye su tradición de masticado de hoja de coca

Bolivia pidió hoy a los países de la Unión Europea (UE) que apoyen su readmisión en la Convención de la ONU contra la droga, pero que se le permita conservar su tradición ancestral de masticado de hoja de coca o "acullico".



El vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, formuló esta petición en su reunión en Bruselas con el grupo de trabajo sobre drogas y el comité para América Latina del Consejo de la UE.



"Queremos explicar a los miembros de la UE por separado nuestra denuncia de la convención de 1961 y nuestra petición de adhesión con reserva" a la misma, dijo Alurralde en una entrevista con Efe.



Bolivia pidió en junio pasado salir de la Convención Única de la ONU de 1961 sobre Estupefacientes, una decisión que se ha hecho efectiva el pasado 1 de enero.



Casi de forma paralela, el 28 de diciembre pasado, el presidente boliviano, Evo Morales, solicitó a la Secretaría General de las Naciones Unidas una nueva adhesión a la misma convención, pero con una reserva o exención que le permita mantener legalizado en territorio boliviano el masticado de hojas coca.



La mencionada convención de la ONU prohíbe el masticado de hojas de coca por contener esa planta alcaloides que son materia prima en la producción de cocaína.



Bolivia pide pertenecer a la Convención y al mismo tiempo poder mantener en su territorio la tradición de masticado de hoja de coca en su estado natural en su territorio el masticado tradicional de hoja de coca en su estado natural con fines culturales y medicinales -como su uso en infusión-, así como su cultivo, comercio y posesión en la extensión necesaria para esos propósitos.



Alurralde explicó que Bolivia persigue la "armonización" de su nueva Constitución de 2009, que protege la coca como parte de su patrimonio cultural y establece que en su estado natural no es un estupefaciente, con los tratados internacionales a los que está adscrito el país.



En concreto, el vicecanciller se refirió a que Bolivia firmó dicha convención en 1975, cuando se encontraba bajo la dictadura de Hugo Banzer y no había derechos democráticos.



"Deberíamos haber entrado (en la convención) pero con una reserva" sobre la hoja de coca, indicó, y recordó que multitud de países han introducido reservas en ese tipo de convenciones, como Estados Unidos, que "se reserva todo lo que vaya en contra de su constitución", apuntó.



"Venimos a corregir un error histórico", enfatizó, y añadió que Bolivia no puede admitir formar parte de una convención internacional que no respeta su Carta Magna.



Alurralde afirmó que el objetivo de Bolivia es que Naciones Unidas permita su reingreso en 30 días desde que formuló la petición, como hizo Vietnam, país que también introdujo una reserva en el marco de ese acuerdo.



Sin embargo, fuentes de la ONU aseguran que Bolivia tendrá que esperar hasta doce meses, que es el tiempo máximo para que se pronuncien los 191 países miembros de la convención antidroga.



Si un tercio (63) de las naciones signatarias de la convención se declara en contra de la petición, Bolivia no será readmitida.



Alurralde garantizó que, pase lo que pase, su país seguirá cumpliendo con sus compromisos para luchar contra el narcotráfico, mediante la aprobación en junio de la ley nacional 147.



En esa línea, Bolivia acaba de inaugurar su campaña anual de destrucción de cultivos ilegales de hojas de coca (con la que quiere suprimir otras 10.000 hectáreas, como hizo en 2011), a la vez que ha firmado con Estados Unidos y Brasil un acuerdo para verificar la eliminación de esas plantaciones. EFE