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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Demanda marítima

Demanda marítima
Todos los estantes y habitantes de Bolivia estamos enterados de la declaración, en varias oportunidades, del presidente del Estado Plurinacional Boliviano, señor Evo Morales Ayma, de recurrir ante las Cortes internacionales para plantear una demanda boliviana para la recuperación del mar cautivo. Para ello ha creado la Dirección de la Reivindicación Marítima bajo la jefatura de don Juan Lanchipa. Este organismo compuesto por abogados especialistas se encargará de elucubrar un documento legal de demanda a la República de Chile ante el Tribunal Internacional de La Haya para supuestamente recuperar el mar; pues bien, en días pasados, se difundió la noticia de que llegaron a Bolivia cuatro abogados internacionalistas expertos para la elaboración de la demanda propiamente dicha y se filtraron noticias de que la demanda se apoyaría básicamente sobre el incumplimiento por parte de Chile de los términos del Tratado de 1904 donde se especifica el libre tránsito de Bolivia hacia el mar, que nunca se ha cumplido.

De tal noticia se colige que la base fundamental para la demanda boliviana contra Chile se asienta en el sistemático incumplimiento chileno de los términos contractuales referentes al libre tránsito del comercio boliviano hacia y desde el mar en los puertos que otrora fueron bolivianos y que hoy por hoy están cautivos.

El argumento que, supuestamente, servirá como base para la reclamación boliviana nos conduce a pensar que la “demanda” tiene por objeto fundamental establecer y pedir jurídicamente la nulidad del Tratado de 1904 por incumplimiento de él en forma permanente contra Bolivia. Este argumento, a pesar de tener su verdad en el ejercicio de los términos del contrato, no es contundente para ganar jurídicamente la demanda, pues es hasta subjetivo en muchos casos, por ello teniendo en cuenta la gran experiencia chilena en la resolución internacional de conflictos fronterizos, especialmente con Argentina y Perú y otros de índole comercial, y teniendo en cuenta la excelente trayectoria de la diplomacia chilena en el ámbito internacional. Es de esperar que la demanda boliviana sea solucionada con un compromiso chileno de cumplimiento fiel de todas las cláusulas del degradante contenido de los términos y cláusulas del Tratado que nos impusieron con la fuerza de las armas y bajo la amenaza de más invasiones. Por ello la demanda boliviana tiene que ser no solamente declamatoria del cumplimiento del Tratado, sino de su absoluta ilegalidad por ser un producto diabólico de un asalto armado a un pueblo pacífico y desarmado realizado por sorpresa con premeditación y alevosía. Delito que está penado por todas las leyes del mundo y que no tiene caducidad en cuanto a la aplicación de su castigo, por ello la demanda boliviana tiene que ser: Histórica, demostrando con documentos fidedignos

existentes en el Archivo de Indias de Sevilla España para demostrar que El Despoblado de Atacama fue colonizado por los Incas en tiempos precolombinos, que durante todo el periodo colonial El Atacama perteneció indudablemente a la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia). Que la nación boliviana nació con su departamento Litoral, el puerto de Antofagasta, Cobija y otros. Geográfica: demostrando con mapas originales de la época, existentes en el Archivo de Indias, de que la República de Bolivia poseía en propiedad y por derecho todo el desierto de Atacama y su litoral. Demostrar que Chile asaltó el Litoral boliviano y se apropió por las armas del mar boliviano. Que impuso ilegalmente por las armas un Tratado producto del fraude.

Demostrar jurídicamente que Bolivia tiene el derecho que da la verdad y pedir la devolución del Litoral in extenso para negociar por lo menos dos puertos sobre el Litoral boliviano y una justa indemnización.