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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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LA AUDIENCIA CAUTELAR DE LOS ACUSADOS SE DESARROLLARÁ HOY CON REFUERZO POLICIAL PORQUE EXISTE EL TEMOR DE QUE LLEGUEN LOS COMUNARIOS DE BATALLANI A IMPEDIR EL PROCESO JUDICIAL

Caen otros 4 buscados por sepultar vivos a 3 hermanos

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“Los hermanos Espinoza Flores mataron a un hombre y una mujer, también mataban y robaban vacas, violaban a mujeres solteras, casadas y viudas, entraban a las casas a robar; por eso los enterraron. Todo fue con motivo, no fue por nada. Yo ayudé, entre muchos otros, no fue una sola mano”. La terrible confesión es de Elías Condori, de 38 años, el presunto autor intelectual del triple linchamiento de los hermanos Sabino, Basilio y Bonifacio Espinoza Flores, ocurrido en agosto de 2011, en la comunidad Batallani, municipio de Tacaparí.

Junto con Condori fueron aprehendidos por agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Teodoro Lobera, de 65 años, Juan Quenta, de 25, y Raúl Lobera, de 19, en un operativo realizado la madrugada de ayer que se centró en el allanamiento de la vivienda donde moraban los sindicados.

Condori es dirigente de la comunidad Batallani, según dijeron varios habitantes del lugar. Él, junto con otras personas, habría instigado a los demás comunarios para que torturen brutalmente a los sospechosos y después los entierren vivos.

En sus declaraciones a la Policía, a la Fiscalía y a la prensa, Condori dijo que los comunarios de Batallani estaban “cansados de los robos, asesinatos y otros delitos”, aún cuando en reiteradas oportunidades habrían exigido la intervención de las autoridades como una forma de frenar los delitos. Sin embargo, nadie oyó esos clamores.

No fue sino hasta la muerte sorpresiva de Miguel Delgado Condori (pariente de Elías Condori) que los comunarios decidieron actuar en contra de los hermanos, a los que culpaban del crimen.

VIVOS Según las investigaciones del Ministerio Público, tras la muerte de Miguel Delgado, Elías Condori convocó a los dirigentes de la comunidad y entre todos se armaron de palos y picotas y fueron en busca de los hermanos a los que no tardaron en encontrarlos. Acto seguido, comenzaron a golpearlos enfrente de sus esposas e hijos. Recibieron azotes en las espaldas, pedradas y patadas en sus cabezas y luego los ataron de las manos. Para entonces, otro grupo de comunarios había cavado una fosa donde después del brutal ultraje, los enterraron vivos.

“Hemos matado por rabia. No había autoridad. El fiscal nunca venía. Fue justicia comunitaria”, proseguía justificando Condori ante la prensa.

Una vez que los enterraron, Elías Condori habría avivado a los comunarios a que se sienten alrededor de la fosa para tomar alcohol y pijchar coca, durante media hora. Con este procedimiento, según las investigaciones, querían asegurarse que nadie intentara rescatar a los hermanos.

MÁS IMPLICADOS La Felcc de Quillacollo y el Ministerio Público indicaron que existen mandamientos de aprehensión para 22 personas más, las cuales habrían participado del triple linchamiento. Sólo falta fijar una fecha para ejecutar una intervención en la comunidad. Sin embargo, se conoce que algunos que figuran en la lista radican ahora en Quillacollo, otros aparentemente huyeron a otras regiones del país.

Control policial para audiencia

La audiencia de medidas cautelares está prevista para hoy a las 09:30, en instalaciones de la Felcc

de Quillacollo, que contará con un riguroso resguardo policial.

Esta audiencia debía realizarse en Tacaparí, por asuntos de jurisdicción, sin embargo, por cuestiones de seguridad, el juez de aquel municipio se trasladará a Quillacollo, como una forma de evitar enfrentamiento con los comunarios de Batallani, ya que Elías Condori habría instruido a que toquen el pututu para convocar a los habitantes y salgan a protestar.

Debido a la distancia entre Tapacarí y Quillacollo,

la Policía estima que los comunarios tarden en organizarse, sobre todo para conseguir transporte. Hasta que lo logren, los acusados ya habrían recibido la resolución del juez.

Según el Ministerio Público, se cuenta con las pruebas suficientes para incriminar a tres de los cuatro detenidos. Es más probable que el más joven de los acusados, Raúl Lobera, de 19 años, salga en libertad si demuestra que el día del triple asesinato se encontraba estudiando como él argumenta. Después de la “justicia comunitaria”, cuatro personas fueron recluidas con medidas cautelares, los mismos son: Nelson Espinoza Cevallos, Serapio Coria Javier, Martina Quenta y Constantina Espinoza Z.