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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Cinco tecnologías de los automóviles que salvan vidas

Cinco tecnologías de los automóviles que salvan vidas

Los automóviles que salen al mercado actualmente ostentan una variedad de características para ganarse la atención del consumidor. Con una mezcla de comodidad, rendimiento y seguridad, los mejores vehículos integran la tecnología y el diseño para brindar la mejor experiencia sobre la carretera.



Pero la tecnología en especial continúa produciendo las más grandes mejoras en el campo de la seguridad, ya sea con carros defensivos que protegen a los pasajeros de ataques con varios tipos de munición, o con vehículos para el uso corriente que anticipan los peores resultados de un accidente, y pueden así salvar vidas.

Algunos de los avances brillan por su simpleza, mientras otros intentan sobreponer algunos de los desafíos más grandes de la seguridad vehicular, como un impacto a alta velocidad.

Conózcalos y téngalos en cuenta a la hora de adquirir un nuevo vehículo.

1. Control electrónico de estabilidad.



Es una tecnología basada en los sistemas que impiden que se atasquen los frenos, y usa una combinación de software y sensores controlados por el computador central del vehículo.

El sistema monitorea el comportamiento sobre la carretera para determinar si el conductor está perdiendo el control del timón o saliéndose de una curva. En el caso de ser así, el sistema aplica los frenos necesarios en cada rueda para recuperar la estabilidad y corregir el curso.

Esta tecnología viene en casi todos los vehículos nuevos, y en algunos países es requerida por la ley. No sobra decir que es útil en cualquier condición, no solo cuando llueve o la carretera está resbaladiza.

Adicionalmente, muchos carros nuevos vienen con un sistema adicional que previene que se voltee el vehículo. Los mismos sensores monitorean el ángulo de inclinación en varios puntos del vehículo, si está peligrosamente inclinado, el computador manipula los frenos, el sistema hidráulico y hasta el acelerador, restaurando la estabilidad y el control.



2. Monitores de presión en las llantas.



A veces no es necesario reinventarse una industria o crear una nueva tecnología para producir una herramienta que mejore la eficiencia de un vehículo (más kilómetros por galón), mejore la estabilidad y la capacidad de respuesta en las curvas (handling, en inglés), y prevenga un accidente a causa del fallo de un neumático.

Así es el caso con estos monitores, que miden la presión del aire en las ruedas, avisándole al conductor cuando están bajas, o cuando hay una ruptura o un escape. Es importante mantener la presión de aire ideal y pareja en todas las llantas, ya que mejora la eficiencia de combustible.

Además, la temperatura ambiental afecta mucho la presión, ya que la puede cambiar en medio de un viaje o en cuestión de días, y por eso estos monitores son muy útiles. Y aún más cuando se pincha un neumático, ya que el sistema alerta de inmediato al conductor, porque si no se arregla el problema, rápidamente puede terminar en un accidente.



3. Detector del punto ciego.



El punto ciego del conductor (la esquinas del campo de visión que no detectan objetos, ya que el ojo se vuelve ‘ciego’), es uno de los aspectos de la seguridad vehicular que más generan peligro tanto para conductores y pasajeros como para transeúntes. Muchas veces cuando un conductor va a cruzar una esquina, o cambiar de carril, no se percata de que otros vehículos vienen en esa dirección.

El resultado suele ser un accidente. Pero con una nueva tecnología que también se basa en sensores que detectan movimientos en el exterior, el sistema puede alertar al conductor cuando viene otra persona o vehículo en su camino.

Una vez el conductor enciende las luces direccionales, el sistema se prende automáticamente. Otras versiones similares del concepto funcionan cuando el carro esta en reversa o acercándose a cualquier estructura, para prevenir un choque cuando se está parqueando, o maniobrando en lugares cerrados.

4. Sensores en las sillas.



En realidad, los sensores son una piedra fundamental de los avances modernos en el campo de la seguridad vehicular. Cuando están en las sillas, por ejemplo, estos miden el peso y la posición del pasajero.

En muchos países es ilegal andar con un niño en la silla de adelante, y estos sensores sirven para alertar al conductor. También pueden regular la fuerza con la que se despliega el cinturón de seguridad, ya que en un impacto frontal este le puede hacer más daño que beneficio a un pasajero, por la fuerza que ejerce sobre el tórax y órganos vitales como los pulmones y el corazón.

Y en ese sentido los sensores van más allá, porque también miden las características del pasajero para desplegar los airbags de una forma más proporcionada, reduciendo el daño que pueda haber en el impacto.



5. Sistemas de alerta y notificación.



Aunque la mayoría de fabricantes ya están integrando sistemas de alerta o notificación, solo unos pocos, como BMW Assist, están logrando la promesa de ser un verdadero asistente de los conductores y ayudarles con información, diagnósticos y alertas tempranas de fallas o riesgos.

Estos sistemas combinan la conexión de datos vía celular más la geolocalización con GPS, micrófono y altavoz integrados para hacer llamadas y recibir alertas auditivas, y los sensores del carro para detectar cuando hay una falla, un accidente o alguna otra novedad. De ser así, el sistema alerta a una central remota, donde un operador llama al vehículo para establecer la situación de los pasajeros y alertar a las autoridades pertinentes.

Pero también funciona en casos menos urgentes, como cuando el conductor deja las llaves dentro de su vehículo. En ese caso, pueden llamar a la central de servicio y pedir que le abran los seguros del carro remotamente. También pueden pedir que le den direcciones de vuelta a su carro, si el dueño no recuerda dónde lo ha parqueado, o incluso en algunos países puede ayudar a recuperar el vehículo si ha sido robado.



Estas son solo algunas de las tecnologías actuales que están pensadas para reducir la accidentalidad en las vías, mejorar la comodidad y seguridad personal del pasajero.

Sin embargo, siguen en evolución continua y aún hay muchos avances por llegar. Pero no se pueden pasar por alto algunos de los avances menos glamorosos, como desarrollos en la metalurgia y los plásticos que permiten vehículos más eficientes y seguros por ser más livianos.

Estos nuevos materiales brindan más fortaleza y resistencia a golpes, y están diseñados para doblarse y reaccionar de tal forma que no les hagan daño a los pasajeros, además de hacer uso más efectivo de los recursos para reducir el impacto sobre el medio ambiente.

Todos estos factores son importantes a la hora de comprar un vehículo nuevo, pero siempre recuerde los tres aspectos principales que priman sobre otras características como tamaño, valor estético o los accesorios que tenga un carro. Lo más importante es su seguridad, la eficiencia y su comodidad.