El comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), general Tito Gandarillas, confirmó hoy que le solicitaron aviones para trasladar a marchistas indígenas tras la violenta represión policial, aunque aseguró que era para “ayuda humanitaria más que todo”.

La semana pasada, la Red Erbol informó que el gobierno de Evo Morales solicitó ayuda el pasado 26 de septiembre, desde el mismo Palacio de Gobierno, a la Embajada de Estados Unidos para trasladar a marchistas indígenas desde Rurrenabaque a Trinidad, tras la violenta represión policial en Yucumo.

Entonces, fuentes militares confirmaron a Erbol que el gobierno buscó apoyo de la NAS (Sección Antinarcóticos Estadounidense) con el objetivo de utilizar el avión Hércules C 130, de propiedad del gobierno de Washington.

El pedido de auxilio se produjo después que las autoridades gubernamentales fracasaron en su primer intento de transportar a los marchistas vía terrestre, debido al bloqueo de caminos que llevó adelante el movimiento cívico de San Borja en solidaridad con los indígenas.

Hoy el general Gandarillas al respecto dijo ese tema “coordinamos con el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas para hacer una ayuda humanitaria más que todo”, según un reporte de ATB.

Además, el jefe militar reveló que le solicitaron dos aviones de la FAB, aunque también dijo desconocer al lugar exacto donde se pretendía trasladar a indígenas desde Rurrenabaque, Beni.

El 25 de septiembre, día de la represión policial en Yucumo, los vehículos de transporte público, contratado por el Ejecutivo, no consiguieron romper el corte de ruta en la capital borjana. Una orden del Ministerio de Gobierno determinó ante esa situación el desvió de los buses hacia Rurrenabaque con la finalidad de habilitar un puente aéreo hasta Trinidad.

Las fuentes consultadas por Erbol dijeron que funcionarios de alto rango tampoco pudieron acceder a aeronaves de la Fuerza Aérea Boliviana. La única opción era utilizar el Hércules de la NAS-norteamericana.