Una masiva movilización social cercó esta mañana la plaza Murillo en contra del operativo policial que desbarató la marcha de los indígenas la tarde de este domingo.

Con los rostros indignados, maestros urbanos, estudiantes universitarios de la UBC y la UMSA, representantes campesinos del Conamaq, trabajadores de diferentes sectores, disidentes del MAS y grupos de Unidad Nacional y del Movimiento Sin Miedo, expresaron su repudio contra el operativo policial que, según el CIDOB, se ha cobrado la vida de un bebé de tres meses.

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, ha sido el blanco de la indignación social. Quien fuera destacado activista de los derechos humanos ha sido acusado de ser el responsable del violento operativo con el que la Policía desbarató la marcha indígena la tarde de ayer en San Lorenzo, Beni.

Desde muy temprano, la fuerza antimotines de la Policía Boliviana ha tomado el control de la plaza Murillo en previsión de probables incidentes.

Después de media mañana, aproximadamente tres mil personas se movilizaron y rodearon el Kilómetro Cero, hicieron estallar petardos y hicieron la renuncia del ministro Sacha Llorenti.

Los gritos también fueron lanzados contra los mandatarios Evo Morales y Alvaro García Linera que hasta ahora no dieron la cara sobre los hechos ocurridos en San Lorenzo, Beni.

Raúl Prada, ex viceministro de Planificación del gobierno de Evo Morales, y uno de los manifestantes de la jornada de esta mañana, declaró que el proceso de cambio está por los suelos, mientras que el ex ministro de Educación, Félix Patzi, dijo que tras los hechos del domingo, la resolución del conflicto no pasa por un referendo ni por la suspensión de la construcción de la carretera que atraviesa por el TIPNIS.

En el interior del país se desarrollaron acciones de protesta. Hubo una masiva protesta en el centro de Cochabamba, mientras en Oruro las organizaciones campesinas planeaban una marcha rumbo a la sede de gobierno.