Desarrollo de Cochabamba
18 de septiembre de 2011 (20:21 h.)
El gran problema que restringe el desarrollo departamental y nacional se sintetiza en la estrechez de pensamiento y acción que denotan pésima educación por parte de autoridades, opositores y pueblo en general. No se puede hacer desarrollo sin expansión del pensamiento y la educación. Sin planificación, conocimiento, vivencia y equilibrio emocional, no puede haber toma de decisiones inteligentes que canalicen el bienestar colectivo.
El departamento cumplió 201 años de vida, nos declararon capital de la gastronomía, por cierto, no se ofendan politiqueros, cómo podemos alimentarnos sanamente, si nuestros indicadores de salud y el medio ambiente están contaminados con heces fecales, ya que no tenemos agua y saneamiento, aunque existan muchos dirigentes y movimientos sociales que viven de la escasez apoyada por el financiamiento externo. Las enfermedades gastrointestinales están a la orden del día, el basural en progresivo crecimiento, el cuento del agua y otros proyectos que cotidianamente siguen en estudio y su respectiva actualización demuestran que la apatía y el enriquecimiento ilícito siguen campeando.
La verdad es que sin planificación estructural, enfoque sistémico y diagnóstico científico y social, no avanzaremos. Las alcaldías municipales tienen baja ejecución presupuestaria, así como la Gobernación, resultado real si no se comprende la importancia de la coordinación.
El Estado de Derecho no se conecta a la realidad, resaltando que el modelo de economía plural y el constructo de las autonomías tienen larga data, ya que sin encaminar la viabilidad de los proyectos no se puede tener factibilidad, por cierto, siendo ese el principal tema de disputa del TIPNIS.
La planificación va de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, lo macro define lo micro. Empero, cómo puede lo macro definir lo micro, si algunos de nuestros gobernantes fantasean jugando fútbol sin entender una triangulación y por supuesto la diferencia entre la estrategia, táctica y operación.
Las autonomías y la ejecución presupuestaria serán significativas cuando la burocracia sea idónea, cuando se aprovechen las ventajas diferenciales y se encaminen economías de escala posibilitando integración de las autonomías indígenas, municipales, regionales y departamentales, siendo la mejor forma de hacer desarrollo alejado de la perorata o el discurso falso y con posibilidad de integración supranacional.
El departamento cumplió 201 años de vida, nos declararon capital de la gastronomía, por cierto, no se ofendan politiqueros, cómo podemos alimentarnos sanamente, si nuestros indicadores de salud y el medio ambiente están contaminados con heces fecales, ya que no tenemos agua y saneamiento, aunque existan muchos dirigentes y movimientos sociales que viven de la escasez apoyada por el financiamiento externo. Las enfermedades gastrointestinales están a la orden del día, el basural en progresivo crecimiento, el cuento del agua y otros proyectos que cotidianamente siguen en estudio y su respectiva actualización demuestran que la apatía y el enriquecimiento ilícito siguen campeando.
La verdad es que sin planificación estructural, enfoque sistémico y diagnóstico científico y social, no avanzaremos. Las alcaldías municipales tienen baja ejecución presupuestaria, así como la Gobernación, resultado real si no se comprende la importancia de la coordinación.
El Estado de Derecho no se conecta a la realidad, resaltando que el modelo de economía plural y el constructo de las autonomías tienen larga data, ya que sin encaminar la viabilidad de los proyectos no se puede tener factibilidad, por cierto, siendo ese el principal tema de disputa del TIPNIS.
La planificación va de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, lo macro define lo micro. Empero, cómo puede lo macro definir lo micro, si algunos de nuestros gobernantes fantasean jugando fútbol sin entender una triangulación y por supuesto la diferencia entre la estrategia, táctica y operación.
Las autonomías y la ejecución presupuestaria serán significativas cuando la burocracia sea idónea, cuando se aprovechen las ventajas diferenciales y se encaminen economías de escala posibilitando integración de las autonomías indígenas, municipales, regionales y departamentales, siendo la mejor forma de hacer desarrollo alejado de la perorata o el discurso falso y con posibilidad de integración supranacional.