La ministra de Defensa de Bolivia, Cecilia Chacón, asegura que las Fuerzas Armadas (FFAA) tienen nuevos roles y desafíos: coadyuvar en el desarrollo integral del país, rechazar toda injerencia extranjera y trabajar por la seguridad alimentaria.

P. ¿Cuál es la situación de las Fuerzas Armadas?

R. Las necesidades más comunes son equipamiento operativo, vehículos para las unidades de superficie terrestre y acuática. Hay la necesidad de mejorar la infraestructura cuartelaria y la calidad de los alimentos y el servicio de salud para los soldados.

P.¿Qué medidas asume su Ministerio?

R. Se requiere de un abordaje integral. Estamos diseñando con los ingenieros del Ministerio de Defensa dos planes para encararlos desde el próximo año.

Las zonas fronterizas son una prioridad, porque tienen mayores necesidades, para ir luego ingresando de manera gradual a las otras unidades.

Este plan nacional se orienta a mejorar la capacidad operativa y logística de las unidades.

P. ¿Cuál es el reto de las Fuerzas Armadas?

R. Tenemos el desafío de dar un salto cualitativo en la modernización de nuestras Fuerzas Armadas. Eso implica transformar nuestros cuarteles y centros de capacitación, acordes a los desafíos que presentan la vida, la defensa y seguridad del siglo XXI.

Actualmente, el principal problema al que nos enfrentamos, en lo concreto y cotidiano, es la seguridad alimentaria.

Las FFAA tienen el deber y la vocación de proteger y prever el abastecimiento de alimentos en cantidad y calidad suficientes.

La Constitución Política del Estado señala que las FFAA en su nuevo rol deben coadyuvar en el desarrollo integral del país. Y debemos participar en los procesos productivos, de industrialización. Las Fuerzas Armadas cuentan con batallones ecológicos y productivos que queremos fortalecer, y también con institutos militares, universidades de ingeniería, que tienen el desafío de formar profesionales que requiere el país, la industria del litio, la compra del satélite Tupac Katari y la industrialización de El Mutún.

P. ¿Hay planes para modificar el servicio militar?

R. El objetivo con la ley de servicio militar obligatorio, que se está elaborando, es crear el servicio civil, para que las personas que manifiesten la objeción de conciencia puedan prestar servicio civil para la atención en desastres o brindar sus capacidades profesionales al servicio del desarrollo del país.

P. ¿Cuál es el potencial bélico de Bolivia con respecto a los países de la región?

R. El equipamiento militar del país data de varias décadas atrás. No hemos tenido una modernización de nuestro equipamiento como lo han hecho Brasil, Chile, Perú y Venezuela en los últimos años. Si bien se ha adquirido aviones y equipamiento de instrucción para pilotos, éstos no pueden ser considerados un material bélico por sí mismo. Sólo se han adquirido equipos para operaciones de rescate, control de incendios y transporte de personas.

El contexto internacional presenta nuevas amenazas para la seguridad de los Estados; el crimen organizado, la crisis energética, los cambios climáticos, el problema de seguridad alimentaria. Las formas de injerencia se manifiestan de otra manera, aunque no se ha suprimido la ocupación de territorios nacionales por tropas extranjeras.

P. Algunos países mantienen ejércitos profesionales ¿Se ha visto la posibilidad de implementar este sistema en Bolivia?

R. Nosotros tenemos nuestras instituciones armadas que son profesionales. Nuestros oficiales cobran sueldo. Hay otro tipo de organizaciones, que son privadas y que se dedican a prestar servicios de seguridad. De ninguna manera el país está pensando caer en la contratación de mercenarios.

P. ¿La participación del indígena en las FFAA, como cadete y oficial, fortalece a esta institución?

R. En las FFAA tenemos un desafío triple, la descolonización, la despatriarcalización y la incorporación de los conceptos de interculturalidad y derechos humanos.

En relación a la participación de los indígenas y de las mujeres, el desafío que tenemos es lograr el ingreso de estos sectores que durante mucho tiempo han sido excluidos y también que se respete y preserve esta identidad en el seno de las FFAA.

Nuestro desafío es revalorizar las identidades indígenas originarias dentro de la formación militar y recuperar los conocimientos indígenas dentro de las Fuerzas Armadas. Para eso estamos promoviendo que el conocimiento indígena se imparta en las unidades militares a través de la investigación.

Queremos rescatar y recuperar la doctrina militar indígena, el pensamiento estratégico militar indígena que fue utilizado durante la resistencia a la colonización en las batallas de emancipación y que han sido olvidadas en la historia y que podrían ser reconocidas e incorporadas en las currículas de los institutos militares.

Apuntes.

Derechos Humanos

La Ministra de Defensa admite que persiste, en algunos espacios, la violación de los derechos humanos, abuso de poder, maltrato físico y sicológico.

Cecilia Chacón explica que se están generando dos acciones: la formación del personal militar en derechos humanos; y, cuando existe vulneración, la investigación para la sanción correspondiente.

Añade que los derechos humanos empiezan porque el soldado tenga alimentación, salud, educación y vestimenta oportuna y de calidad.

Subteniente Poma

En el caso del subteniente Grover Poma, muerto en Sanandita, Tarija, Chacón señala que se instruyó al Tribunal Militar enviar los antecedentes a la justicia ordinaria.

Reconoce, sin embargo, que el sector Defensa se maneja todavía a través de estructuras legales e institucionales que ya no son acordes con la nueva Constitución.

Adelanta que la justicia militar en general debe ser abordada a través de una reforma o modernización del marco legal e institucional de las FFAA.

Hay nuevas amenazas para la seguridad

La nueva doctrina militar contempla una concepción distinta de las amenazas, afirma la ministra de Defensa Cecilia Chacón.

Las amenazas ya no son los países vecinos, ahora son aliados. “Estamos en un proceso de fortalecimiento de la integración latinoamericana sobre la base de la solidaridad y la reciprocidad. Prueba de eso es la conformación del Consejo de Ministros de Defensa de Unasur, la constitución de la Alba y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe”, indica.

Se pretende fomentar una doctrina anticolonialista, antiimperialista, la defensa de la Madre Tierra, de la soberanía y de la autodeterminación de los pueblos. La base es la condena a todo tipo de injerencia extranjera en nuestros territorios, rechazo a la presencia de tropas o bases militares que amenacen la estabilidad de los gobiernos o estados y a la presencia de organizaciones e instituciones no gubernamentales extranjeras que generan inestabilidad para los gobiernos. La nueva doctrina de defensa condena la presencia de empresas transnacionales que saquean los recursos naturales para su beneficio.

Ésas son las nuevas amenazas y los objetivos comunes son el de promover el bienestar de nuestros pueblos, los procesos de integración y garantizar que contemos con gobiernos legítimos, concluye.