Mientras muchas voces del fútbol mundial se alzaban pidiendo una sanción para Mourinho, los dirigentes del Real Madrid no varían su discurso respecto al técnico portugués. Los directivos restan importancia al gesto antideportivo del dedo en el ojo de Vilanova y hablan de provocaciones hacia el entrenador madridista durante todo el partido y señalan a Messi como el principal instigador de las mismas.

 La espiral de violencia y provocaciones parece no tener fin. Unos y otros (Sandro Rosell y Pérez a la cabeza) ponen la mejor de sus caras en el palco e incluso comen juntos, la realidad dice que en cuanto terminan los partidos la situación se vuelve tensa al máximo y, lo que es peor, la distancia parece insalvable entre Real Madrid y Barcelona. Al menos, tras la Supercopa no habrá denuncias ni comunicados. Algo es algo, pero lo que dicen dista mucho de ser lo que piensan sobre el que tienen al lado y, en especial, del club que representan. Competición no entrará de oficio, por lo que no habrá sanción, que además sería para la próxima Supercopa, ya que a partir de esta temporada las sanciones se cumplirán en las competiciones en las que sucedió el incidente.

 Florentino Pérez y su equipo de colaboradores no dudan de Mourinho. Lo sucedido en los últimos instantes del partido del Camp Nou tras la entrada de Marcelo a Cesc no va a marcar lo que piensan respecto al técnico, tal y como reconocieron ayer a El Confidencial. Son conscientss de que se están quedando solos en esa defensa a ultranza del ex del Inter, pero creen que el madridismo de a pie está con Mou. Justifican sus acciones salvo lo de Vilanova, pero señalan directamente a Messi de provocar al técnico en los dos partidos de la Supercopa. Afirman que el argentino escupió con dirección al banquillo en la jugada en la que Mourinho hace el gesto de mal olor ante la presencia del Balón de Oro y que luego hizo gestos hacia el entrenadortras marcar el tercer gol del partido de la madrugada del jueves.

El presidente tiene previsto hablar con el técnico en los próximos días. Algunos directivos piensan que las últimas escenas sobraban por completo. "Es algo prescindible por completo. No se debe volver a repetir", afirmaban ayer. Florentino Pérez bajó al vestuario nada más terminar el partido.Apenas cruzó dos palabras con el técnico y alguna más con los jugadores. En esa charla se habló del "equipo con más suerte del mundo", al referirse al Barcelona, pero lo más llamativo es que todos ratificaron que se encontraban en el camino correcto para derrotar al campeón de Europa.

 Los directivos creen que el madridismo está con Mourinho. Las encuestas, realizadas durante el verano, hablan de fervor popular. El respaldo entre los socios blancos roza el pleno en las últimas encuestas hechas. Según los datos que manejan en el Bernabéu, el 90 por ciento de los abonados madridistas están con el entrenador y con sus formas. Por lo que se ve no tienen duda alguna de que es el hombre indicado.