Últimamente estamos más que acostumbrados a ver que la magia del Photoshop hace maravillas con la edad de las celebrities, pero desgraciadamente también cómo el abuso del famoso programa informático desemboca en auténticos desastres fotográficos que culminan en instantáneas imposibles como la que se ve a continuación.

Es el caso de las últimas fotos que publica Vogue con Kate Moss y su hija Lila Grace.

La modelo, casada con el músico Jamie Hitch, protagoniza un reportaje de ensueño con toda su familia con motivo de su reciente boda en la edición estadounidense del Vogue del mes de septiembre.

Todo muy fino y elegante, y con el ojo clínico y objetivo de Mario Testino como broche de oro.

Sin duda, parecía que todo estaba atado y bien atado.

Las imágenes, en blanco y negro, llenas de romanticismo, esconden una mutilación vía Photoshop: la agraciada es la hija de la maniquí, Lila Grace, que, en un gesto tierno y maternal, abraza a su madre, pero con dos dedos menos.

Efectivamente, el exceso de difuminado se ha cobrado una víctima: la mano de la hija de Moss que sólo tiene dedo gordo, índice y anular.

Un nuevo abuso del Photoshop que, cada vez más, aleja a la fotografía de la fiel realidad.