EN UN INFORME PATROCINADO POR LAS FUNDACIONES MILENIO Y KONRAD ADENAUER, TRES ECONOMISTAS BOLIVIANOS EXPERTOS EN LA MATERIA SOSTIENEN QUE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA ESTÁ AFECTANDO EN MAYOR MEDIDA A LOS SECTORES MÁS EMPOBRECIDOS DE LA POBLACIÓN.
Bolivia vive una situación de "inseguridad alimentaria crónica", según expertos
Bolivia vive una situación de “inseguridad alimentaria crónica”, que afecta en mayor medida a los sectores más empobrecidos de la población, según un informe elaborado por tres economistas bolivianos expertos en la materia.
Según Riveros Gámez, mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en alimentos,en tanto que para Zeballos los bolivianos enfrentan “serios problemas” en relación a la cantidad y calidad de su alimentación.
Según la economista Riveros Gámez , “el ascenso de los precios de los alimentos actúa como un impuesto regresivo, que ahonda las disparidades en los niveles de vida y recae en mayor magnitud en las personas de escasos recursos, que en Bolivia representan aproximadamente el 60 por ciento de la población”.
“Mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en alimentos. Los gastos en alimentación de los hogares con menor ingreso percápita mensual, representan el 50 por ciento de sus gastos totales”, dice la experta, en tanto que en los hogares de mayores ingresos percápita los gastos en alimentación sólo representan el 24 por ciento del total.
“Si se mira al país en una trayectoria de largo plazo, digamos los últimos treinta años, se constata claramente que hay un lento progreso en la situación alimentaria”, ya que hoy Bolivia produce alimentos que antes importaba, “pero el crecimiento de la población se está acelerando” y “el mejoramiento tecnológico de Bolivia es muy lento en relación al de los países vecinos e insuficiente como para ponerse a la par del crecimiento de la población”, afirma.
En otra de sus conclusiones, sostiene que los precios internos de los alimentos “continuarán teniendo presiones al alza como producto de la incidencia de los factores inflacionarios externos, pero también por las condiciones internas” como el incremento de los ingresos de los estratos más pobres.
Coincide en que “el incremento del precio de los alimentos afecta a los hogares más pobres, gran parte de los cuales tiene diversos niveles de desnutrición crónica”, pero que ello no debería llevar “a que las políticas públicas sacrifiquen a los productores” Asimismo, señala que la exportación de alimentos “no es la causa del eventual desabastecimiento del mercado interno o del incremento de los precios”.
Según Hernán Zeballos, , doctor en Economía Agrícola por la Universidad de Wisconsin y miembro de las academias de Ciencias Económicas de Bolivia y Nueva York, Bolivia “muestra serios problemas en cuanto a la cantidad y calidad de su alimentación” y enfrenta también “problemas de déficit energético en el consumo de amplios sectores de la población , sin duda, en los sectores de menores ingresos”.
Zeballos recuerda en el informe que Bolivia no dispone de “un sistema de stocks para atenuar las variaciones producidas por daños climáticos”, tampoco “ha ingresado en la etapa de producción de biocombustibles que compitan con el abastecimiento de alimentos, aunque tiene un enorme potencial para hacerlo en etanol y biodiesel”, y “la demanda internacional de productos alimenticios prácticamente está circunscrita a la venta de oleaginosas”.