Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 20:20

EN UN INFORME PATROCINADO POR LAS FUNDACIONES MILENIO Y KONRAD ADENAUER, TRES ECONOMISTAS BOLIVIANOS EXPERTOS EN LA MATERIA SOSTIENEN QUE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA ESTÁ AFECTANDO EN MAYOR MEDIDA A LOS SECTORES MÁS EMPOBRECIDOS DE LA POBLACIÓN.

Bolivia vive una situación de "inseguridad alimentaria crónica", según expertos

Bolivia vive una situación de "inseguridad alimentaria crónica", según expertos

Bolivia vive una situación de “inseguridad alimentaria crónica”, que afecta en mayor medida a los sectores más empobrecidos de la población, según un informe elaborado por tres economistas bolivianos expertos en la materia.

El informe, denominado “Seguridad alimentaria en Bolivia” y patrocinado por las fundaciones Milenio y Honrad Adenauer, fue elaborado por Vanessa Riveros Gámez, José Baldivia Urdininea y Hernán Zeballos, economistas expertos en temas agrarios y alimentarios.

Según Riveros Gámez, mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en alimentos,en tanto que para Zeballos los bolivianos enfrentan “serios problemas” en relación a la cantidad y calidad de su alimentación. 

Baldivia Urdininea afirma en el informe que Santa Cruz es el “nuevo granero de Bolivia”, como antes lo fue Cochabamba, y que, según todos los diagnósticos, es un departamento “estratégico para lograr la seguridad alimentaria nacional.

Según la economista Riveros Gámez , “el ascenso de los precios de los alimentos actúa como un impuesto regresivo, que ahonda las disparidades en los niveles de vida y recae en mayor magnitud en las personas de escasos recursos, que en Bolivia representan aproximadamente el 60 por ciento de la población”. 

“Mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en alimentos. Los gastos en alimentación de los hogares con menor ingreso percápita mensual, representan el 50 por ciento de sus gastos totales”, dice la experta, en tanto que en los hogares de mayores ingresos percápita los gastos en alimentación sólo representan el 24 por ciento del total. 

Riveros Gámez sostiene que Bolivia “vive una situación de inseguridad alimentaria crónica”, aunque “con tendencia a mejorar levemente en el tiempo”.

“Si se mira al país en una trayectoria de largo plazo, digamos los últimos treinta años, se constata claramente que hay un lento progreso en la situación alimentaria”, ya que hoy Bolivia produce alimentos que antes importaba, “pero el crecimiento de la población se está acelerando” y “el mejoramiento tecnológico de Bolivia es muy lento en relación al de los países vecinos e insuficiente como para ponerse a la par del crecimiento de la población”, afirma. 

Por su parte, Baldivia Urdininea afirma que Santa Cruz es “el nuevo granero de Bolivia” y que , según todos los diagnósticos, es un departamento “estratégico para la seguridad alimentaria nacional, pues genera los volúmenes más importantes de los productos que son básicos para atender los requerimientos de alimentación de la población”, además de que es una fuente “fundamental para la generación de divisas, empleo e ingresos para un número creciente de habitantes”.

En otra de sus conclusiones, sostiene que los precios internos de los alimentos “continuarán teniendo presiones al alza como producto de la incidencia de los factores inflacionarios externos, pero también por las condiciones internas” como el incremento de los ingresos de los estratos más pobres. 

”Las políticas públicas han sido relativamente exitosas en la contención de la inflación y la disponibilidad física de alimentos, pero han sido de corto plazo, atacando en lo inmediato el precio y la escasez con altos costos para el erario nacional, pero sin promover el desarrollo de la oferta a largo plazo”, afirma Baldivia Urdininea, ejecutivo y director de entidades de microfinanzas y consultor de varios organismos internacionales.

Coincide en que “el incremento del precio de los alimentos afecta a los hogares más pobres, gran parte de los cuales tiene diversos niveles de desnutrición crónica”, pero que ello no debería llevar “a que las políticas públicas sacrifiquen a los productores” Asimismo, señala que la exportación de alimentos “no es la causa del eventual desabastecimiento del mercado interno o del incremento de los precios”. 

“La visión de corto plazo de las políticas públicas está llevando al país a perder la oportunidad de aprovechar sus recursos naturales renovables y el posicionamiento en el mercado internacional de los productores nacionales”, advierte el especialista, para quien la seguridad alimentaria ha mejorado en los últimos 30 años.

Según Hernán Zeballos, , doctor en Economía Agrícola por la Universidad de Wisconsin y miembro de las academias de Ciencias Económicas de Bolivia y Nueva York, Bolivia “muestra serios problemas en cuanto a la cantidad y calidad de su alimentación” y enfrenta también “problemas de déficit energético en el consumo de amplios sectores de la población , sin duda, en los sectores de menores ingresos”. 

Entre otras acciones políticas para mejorar la seguridad alimentaria del país, el especialista sugiere la adopción de medidas para garantizar el acceso de la población a los alimentos que provean “una alimentación balanceada”, así como para ampliar la capacidad productiva del país en el ámbito agropecuario.

Zeballos recuerda en el informe que Bolivia no dispone de “un sistema de stocks para atenuar las variaciones producidas por daños climáticos”, tampoco “ha ingresado en la etapa de producción de biocombustibles que compitan con el abastecimiento de alimentos, aunque tiene un enorme potencial para hacerlo en etanol y biodiesel”, y “la demanda internacional de productos alimenticios prácticamente está circunscrita a la venta de oleaginosas”.