Javier Bellot // Cámara Departamental de Minería

Cochabamba es una de las regiones que mejor ha desarrollado la actividad minera en el rubro de las rocas industriales como el carbonato de calcio, sulfato de calcio, sulfatos de bario y arcilla que son materia prima para desarrollar la industria del cemento y la cerámica.

Pero existen elementos que impiden desarrollar la explotación de algunos minerales como los complejos de plomo, plata y zinc; el wólfram, el oro y el estaño.

Primero está el escenario de incertidumbre, inestabilidad y falta de confianza a partir del avasallamiento de concesiones mineras tomadas por campesinos, es lo que ha generado la baja producción.

El año 2003 existían 470 concesiones mineras, de las cuales 42 eran empresas legalmente establecidas y actualmente sólo quedan 22.

Los restantes 430 no se sabe si eran legales y tampoco se tiene el registro de su explotación.

Pero la falta de un ambiente de confianza daña severamente a la industria, ya que las empresas inscritas en la Cámara Departamental de Minería (Cademi), también están inscritas en la Cámara de Industria y Servicios de Cochabamba, que significa que la industrialización de la materia prima está asegurada.

La mejora de los precios en el mercado internacional incidiría si hubiera un ambiente de confianza que permita reactivar intensamente la industria y podría significar mayores fuentes de empleo, mayores efectos multiplicadores en la economía de la región.

Entonces el Estado debe aportar con tres elementos 1) Generar un ambiente de confianza a través de un Código Minero concertado y no sólo con la visión de las cooperativas. 2) Coordinar la inversión e infraestructura para apoyar con caminos y electricidad, y 3) Buscar empatías entre concesionarios y comunarios, haciendo respetar los derechos y las normas mutuamente.