En pleno siglo XXI ya nadie puede concebir que una ciudad, un país, tengan aún analfabetos “digitales”.

Lamentablemente en Bolivia aún hay muchos de este tipo de analfabetos debido a que el acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) aún es incipiente.

En este contexto, el rol del ciudadano debe ser alfabetizarse a través de programas de “alfabetización digital” que deben ser promovidos por el Estado, colegios, universidades y empresas.

De este proceso de “alfabetización” deben ser parte todos los niveles de la sociedad para acceder a la gran cantidad de conocimiento e información digital disponible en la red global.

La meta debe ser acercar a la gente y conseguir que las TIC formen parte activa y mejoren su calidad de vida hacia la creación de una cultura del conocimiento.

No se trata, sin embargo, sólo de saber cómo manejar una computadora y entrar a la red, sino cómo utilizar mejor las herramientas para aumentar el conocimiento, participar, acceder al denominado e-government (gobierno electrónico) y tener una mejor calidad de vida.

El futuro de la administración gubernamental es el gobierno electrónico, que consiste en el uso de las tecnologías de la información y el conocimiento en los procesos internos de gobierno y en la entrega de los productos y servicios del Estado tanto a los

ciudadanos como a la industria.

En el futuro, la democracia se ejercerá a través de la red y para esto los ciudadanos deben estar preparados.

Para lograr todo eso, sin embargo, nuevamente hay que hace hincapié en que es urgente que el Estado garantice la infraestructura  necesaria.

No hablamos de cemento, no edificios, puentes u otros similares, sino de la red digital avanzada que permita a Bolivia acceder directamente a los servicios tecnológicos necesarios.